La cadena de atentados que sacudió Bombay el pasado miércoles sorprendió a Esperanza Aguirre en la ciudad india. La presidenta de la Comunidad de Madrid encabezaba una delegación de empresarios en viaje oficial. En mitad del caos de los primeros minutos de ataques, Aguirre junto con otras cuatro personas logran escapar del hotel y tomar un coche para dirigirse al aeropuerto. Allí dejaban a una decena de miembros de la delegación, que tuvieron que permanecer un día más en el país asiático a la espera de ser evacuados.
El eurodiputado Ignasi Guardans (CiU), que también se encontraba en la ciudad como director de una delegación del Parlamento Europeo, ha criticado a Aguirre por huir "ella sola" y aseguró que él no abandonará el país hasta que todos los miembros de su delegación "tengan garantizada la salida" [A estas horas, estaba previsto que Guardans y el resto de su delegación volaran de vuelta].
¿Las circunstancias extremas justifican la reacción de Aguirre o cabe exigirle a la presidenta que hubiera esperado a que estuviera garantizada la marcha de todos sus compañeros?
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