En la última edición de Photokina, Adobe presentaba la nueva versión de su software más popular: Photoshop CS4. Estábamos deseando usarlo, pero hemos esperado a la versión definitiva para pruebas. Te anticipamos que nos ha encantado.
Photoshop es, a día de hoy, uno de los programas más conocidos a nivel popular, entre otras cosas por ser el más infalible de los cirujanos plásticos que existen. Sin embargo, más allá de que sea la herramienta preferida de todos los 'mentirosos' que trabajan con imágenes, este programa de Adobe es completamente imbatible en el procesado clásico de fotografías y en el diseño gráfico de documentos basados en mapas de bits.
Esta prueba ha sido realizada desde el punto de vista de las necesidades de los fotógrafos profesionales y aficionados experimentados, pues este programa no es el más indicado para cualquier fotógrafo 'amateur'. El precio y la complejidad de la versión profesional hacen que, para muchos, sea más recomendable usar Photoshop Elements 7, una versión reducida bastante interesante; Picasa, que ya analizamos en su momento; o Gimp, la conocida aplicación de software libre, cuya principal flaqueza es su tosca interface.
El ordenador usado para esta prueba ha sido un iMac con un gigabyte de memoria ram, equipado con un procesador Intel Core 2 Duo de 64 bits y dos gigahertzios de velocidad, tarjeta gráfica ATI Radeon HD 2400 de 128 megas de RAM, y sistema operativo Mac OSX Leopard versión 10.5.5. En definitiva, un mac de penúltima generación y con una configuración relativamente modesta. Sin embargo, incluso haciendo alguna que otra salvajada en el procesado de las fotos, esta máquina no ha dado ningún problema para trabajar. Los chicos de Adobe han hecho un buen trabajo respecto a la velocidad con la que este sofisticado programa se ejecuta.
Para los que no lo sepan, hablar hoy de Photoshop en su versión profesional para fotografía supone hablar de cuatro programas, plenamente integrados entre sí:
De alguna forma puede decirse que Lightroom es una suma de todo lo que ofrece Bridge, Camera Raw, y algunas herramientas esenciales del Photoshop clásico. La versión 2 de este programa trabaja a 64 bits en OSX y Windows, la estándar sólo lo hace en las versiones de 64 bits del sistema operativo de Microsoft; y la verdad es que es mucho más económico que el Photoshop de toda la vida. Entonces ¿para qué quiere un fotógrafo comprar el clásico Photoshop si existe Lightroom?
La respuesta es que muchos tendrán de sobra con Lightroom. Sobre todo teniendo en cuenta que, aunque es un programa que Adobe sólo distribuye en inglés, un grupo de trabajo independiente desarrolla una traducción gratuita al castellano. Sin embargo, si eres de los que realiza ediciones complejas de sus fotos, más allá del perfeccionamiento de la luz y el color, como son las correcciones de perspectiva o el uso de imágenes de alto rango dinámico —HDR— de 32 bits, realizas fotomontajes, o practicas el denominado maquillaje digital, con Lightroom no puedes hacer nada de eso.
En ese caso, no dudes: usa la versión clásica de Photoshop o combínala con Lightroom. El uso conjunto de ambos programas es idóneo para profesionales, como los fotoperiodistas, que normalmente realizan ediciones muy rápidas de sus fotos, pero que de vez en cuando necesitan dar un acabado más sofisticado y pausado a alguna de sus fotografías.
Una de las cosas que más nos ha gustado de este nuevo Photoshop es que, aunque Bridge no aporta muchas mejoras, las novedades son geniales. La primera y la principal es que se ejecuta de forma notablemente más veloz y consume menos recursos, lo cual es estupendo. No hay nada más contraproducente que movernos entre centenares o miles de imágenes y que el sistema se sature. Además, es posible ver los álbumes fotográficos a pantalla completa, eliminando la interface del programa. Mejora también la integración con Photoshop, pues ahora Bridge es capaz de reunir por lotes imágenes que deseamos procesar para crear fotos panorámicas —ver imagen bajo estas líneas— o fotografías HDR. También nos ha encantado que sea capaz de crear archivos PDF con tiras de fotos y galerías de imágenes, cuyo diseño no está nada mal, para mostrarlas en la red.
Este plug-in de Photoshop pasa por ser a día de hoy, con permiso de Apple Aperture y de su primo Adobe Lightroom, el mejor procesador no destructivo de fotografías que existe en el mercado. Es tan eficaz que muchos, al comprar una cámara con capacidad de grabar archivos RAW, ni se molestan en instalar el programa de edición que incorpora el fabricante. No es de extrañar que en Adobe se hayan esforzado en mejorarlo.
Al igual que sucede con Bridge, las mejoras no son muy abundantes, pero sí muy importantes. Lo principal es que nos permite usar máscaras de ajuste y filtros para graduar la exposición, el brillo, el contraste, la saturación, la claridad, el enfoque, y añadir tonos. De esta forma, es posible realizar retoques sobre áreas puntuales de la imagen sin tener que recurrir a las herramientas de 'edición destructiva' del programa principal.
Una aplicación como Photoshop, cada vez más rica en funciones, corre el grave peligro de volverse paulatinamente más compleja e inaccesible. Es de agradecer que en Adobe se hayan dado cuenta de esto y hayan optado por simplificar notablemente la interface del programa. Ésta puede ser la novedad que muchos agradecerán más.
En CS4 las herramientas de 'edición no destructiva' mediante capas de ajuste son mucho más accesibles. También es más sencillo movernos por las fotografías mediante el renovado zoom, e incluso es posible girar el lienzo de trabajo para visualizar los distintos encuadres de una foto, sin necesidad de aplicarle giros. También es mucho más fácil organizar los distintos documentos y pasar de un modo a otro de pantalla.
Dos herramientas que evolucionan de forma muy positiva en la nueva versión son la alineación y la fusión automática de capas. En el primer caso, podemos mejorar la creación de fotografías panorámicas creadas a partir de varias fotos, pues el programa ahora tiene en cuenta el viñeteado y las aberraciones ópticas de la cámara. Si las fotografías que componen la serie para obtener el panorama tienen tonos y luces poco homogéneos en ese caso cabe recurrir a fusión automática de capas, que también nos ha impresionado.
Esta última opción es tremendamente interesante para generar imágenes de alta calidad a partir de varias tomas similares de un mismo sujeto. Es un proceso de optimización similar al de la creación de fotos HDR, pero la novedad viene dada porque podemos usar varias tomas con distinta profundidad de campo. El resultado final es una imagen en la que todos los planos aparecen enfocados. Algo extremadamente útil cuando tenemos que hacer fotos en situaciones de mala luminosidad, con el diafragma muy abierto y escasa profundidad de campo. Por ejemplo, en el caso de la macrofotografía cabe realizar con un trípode varias instantáneas de un mismo objeto, enfocando cada una de las zonas para luego unirlas en una única imagen con la fusión automática de capas. El resultado puede ahorrar a algunos mucho dinero a la hora de comprar objetivos.
La novedad más espectacular de la nueva versión es el denominado ajuste de escala en función del contenido. ¿Qué es esto? Pues algo tan sencillo, pero increíblemente sofisticado, como cambiar las proporciones de una imagen sin distorsionar los sujetos de la foto. Dicho de otra forma, con esta opción podemos convertir una imagen de proporciones 4:3 en una fotografía panorámica de proporciones similares al 16:9. Sin embargo, que nadie lance cohetes. La calidad del resultado varía mucho en función del motivo que aparezca en la foto. Digamos que cuanto más sencilla es la composición y menos se abusa del efecto, mejores son los resultados. Sospechamos que más de un purista renegará con todas sus fuerzas de esta tecnología.
Hasta aquí lo más importante de las novedades, aunque hay pequeños aspectos que se mejoran y lo cierto es que son muy útiles. Por ejemplo, las herramientas de exposición y subexposición puntual ahora conservan mejor los tonos de color, ahorrando trabajo en el retoque; también se incorpora una nueva opción de ajuste de intensidad que hasta la fecha sólo estaba disponible en Camera Raw; mejoran las opciones de creación de máscaras rápidas, y se incorpora una función de zonas de la imagen mediante la gama de colores de la foto.
También se han mejorado las opciones de impresión, se ha potenciado la herramienta de guardar para la red las imágenes; experimenta una notable mejora todo lo relacionado con la gestión de los metadatos; y ahora podemos conectarnos a la red para compartir nuestra pantalla y facilitar el trabajo en grupo y el aprendizaje de la aplicación.
Si eres fotógrafo y dispones de la versión CS3, pasarte a la CS4 está justificado si alguna o varias de las nuevas opciones cambia radicalmente tu flujo de trabajo, algo que posiblemente esté motivado más por las novedades introducidas en Camera Raw que por las que se dan en el programa principal.
Probablemente, los que le saquen más partido a la nueva versión sean aquellos diseñadores o ilustradores que trabajan con objetos en 3D, pues, aunque en este artículo no hemos abordado ese apartado, lo cierto es que es ahí donde Photoshop CS4 parece mostrarse verdaderamente revolucionario.
Adobe acaba de lanzar Configurator, una herramienta que facilita el aprendizaje de Photoshop, permite crear sencillas configuraciones adaptadas a cada usuario, y abre las puertas a la posibilidad de trabajar en grupo en la nube. Con este programa de Adobe Labs podemos crear versiones en miniatura de Photoshop adaptadas a las necesidades de un usuario concreto; algo que es clave para realizar acciones muy concretas sin distraernos con otras herramientas. No dejes de ver este vídeo.
Puedes bajarte la versión de pruebas de Photoshop CS4 en la página de Adobe. Es gratuita durante 30 días.
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