Más de 10.000 bicicletas en préstamo

El primer sistema público de bicis surgió en 1968 en Ámsterdam. Tuvieron que pasar 36 años para que un servicio así llegara a España. Y fue en Vitoria. Hoy, aunque se habla sobre todo de Barcelona y Sevilla, existen al menos otras 23 ciudades que en suma ofrecen más de 10.000 bicicletas.

Un equipo de la Universidad de Burgos formado por Hernán Gonzalo, Marta Rojo y Pablo Murga ha estudiando con detalle los 27 sistemas de préstamo de estas 25 ciudades, analizando las características, similitudes y diferencias de cada uno de ellos.

El trabajo comienza con un repaso a la evolución de los sistemas públicos de bici en Europa y destaca que con el nombre "White Bike", Ámsterdam contaba ya en 1968 con el primer servicio de este tipo, el cual no disponía de puntos de préstamo ni devolución. Las bicicletas se cogían y se dejaban en cualquier lugar de la ciudad para que otro usuario pudiera usarlas de forma gratuita. El principal problema eran los robos.

En los años 90, el sistema "Bycyklen" comienza a funcionar en Dinamarca (Copenhague). En esta ocasión, las bicicletas se dejaban ancladas con un candado que se abría con una moneda, según detalla el estudio. En 2001, el desarrollo de los métodos de registro dieron un importante empujón a la proliferación de este servicio, ya que potenciaba el uso de la bici en la ciudad. En la actualidad, las ventajas son aún mayores: los puntos de préstamos están conectados con el transporte público, se usan tarjetas inteligentes, abonos transporte o tarjetas recargables. En España, la primera ciudad que implantó un sistema de préstamo de bicis (además gratuito) fue Vitoria en 2004.

El estudio diferencia tres tipos de sistemas: manual (se necesita personal para atender a los usuarios y las bicis suelen estar en instalaciones o edificios públicos), automático (el préstamo se realiza a través de unas tarjetas, códigos de usuario, mensajes sms... sin necesidad de que haya personal) y parques comunitarios (es un conjunto de bicis que pueden ser utilizadas por un determinado grupo de personas asociadas). Además, las diferentes ciudades se han clasificado según el tamaño de su población.

De los núcleos de menos de 250.000 habitantes, el trabajo destaca dos ciudades: Ponferrada y Camargo. El sistema de la ciudad leonesa, cuyo lema es "Ponferrada te presta la bici", tiene un horario de 8 a 21 horas en verano y de 8 a 17 horas en invierno; el coste de la tarjeta es de tres euros y el tiempo máximo de uso de la bici es de dos horas. Además, tiene un requisito: una vez devuelta la bicicleta no se puede coger otra en los siguientes 30 minutos (para garantizar una mayor rotación de usuarios). En el caso de Camargo (Santander), el horario de préstamo es de lunes a viernes, de 10 a 14 horas y de 17 a 21 horas y los fines de semana y festivos sólo de 10 a 14 horas. El ciclista puede coger una bici de forma totalmente gratuita, sólo tiene que mostrar su DNI, pasaporte o carné de conducir. El tiempo máximo de uso es de cuatro horas y el usuario puede usar gratuitamente un chaleco y un casco que le proporcionan en el centro de préstamo.

Vitoria, Burgos y Terrasa son las tres urbes sobre las que llaman la atención los investigadores en el apartado de núcleos entre 100.000 y 250.000 habitantes. La ciudad vasca cuenta con 13 puntos bici y más de 40.000 usuarios. Este servicio, que pone a disposición del ciudadano hasta 360 bicicletas, funciona de febrero a diciembre desde las diez de la mañana hasta las diez de la noche. En el caso de Burgos, 'Bicibur' comenzó a funcionar en 2006, y aunque el servicio es gratuito, hay que abonar los tres euros que cuesta la tarjeta. Por otro lado, Terrassa destaca por tener una alta rotación: ofrece 100 bicicletas y registra unos 225 usos diarios, lo que significa que cada bicicleta es utilizada cada día por una media de 2,3 usuarios.

Entre las ciudades con más de 250.000 habitantes, el estudio de la Universidad de Burgos hace hincapié en Sevilla y Barcelona. En el caso sevillano, 'Sevici' funciona las 24 horas del día. La primera media hora es gratuita, y una vez superada, se aplica una tarifa que depende del tiempo de uso (la siguiente media hora cuesta 50 céntimos, y a partir de ahí, un euro cada hora). Por otro lado, la ciudad de Barcelona cuenta con al menos dos servicios de préstamo diferentes: el 'Bicing', que funciona las 24 horas los viernes y sábados, y desde las cinco de la mañana hasta las doce de la noche el resto de días. Por otro lado está 'Bicinostrum', un parque comunitario de bicis que sólo funciona los días laborales. El usuario paga 25 euros al año y puede utilizar la bici durante tres días seguidos como máximo.

El informe señala que la tendencia futura es incorporar la bicicleta al resto de modos de transporte público, por ejemplo incluyendo este servicio en el abono transporte. Para Marta Rojo, miembro de equipo que llevó a cabo el estudio, un buen diseño para un sistema público de bicis debería tener en cuenta lo siguiente:

• El cobro de una cantidad simbólica (entre los 3 y los 10 euros) a la hora de darse de alta en el servicio para eliminar un tipo de usuario irrespetuoso con el sistema.

• Horarios que se adapten a las horas puntas para ofrecer así una alternativa de transporte orientada al uso diario y no sólo a un uso vinculado al ocio.

• La implantación de un tiempo de espera (unos 30 minutos) entre la entrega y la recogida de la bicicleta para permitir una mayor rotación de usuarios.

• Un sistema de préstamo mixto: es decir, automatizado pero situado en el interior de lugares públicos (centros cívicos, oficinas de turismo, bibliotecas...). Con este sistema se consigue tener las bicicletas guardadas de noche evitando así actos vandálicos y no necesita una atención continua del personal.

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