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La gran esperanza blanca

  • Obama se convierte en el primer presidente negro de la historia de EEUU
  • El senador por Illinois llega en un momento de convulsión en el mundo
Por ANA R. CAÑIL (SOITU.ES)
Actualizado 05-11-2008 06:05 CET

MADRID.-  Sí. Un negro es la gran esperanza blanca de Europa, de Asia, de América Latina, de Oceanía, de África... El 44º presidente de los Estados Unidos (leer noticia), Barack Hussein Obama (Honolulú, 1961), será el presidente de la todavía potencia mundial, de la locomotora del planeta. No es un descendiente de los esclavos de "Raíces", ni siquiera es negro del todo: es mulato, hijo de una antropóloga norteamericana y un keniano que se ganó una beca para estudiar en Harvard. Pero al mundo esos matices le dan igual.

La "obamanía", esa obsesión que padece la gente convencida de que con Obama, en Estados Unidos y en el resto del planeta, resurgirá el respeto por los derechos humanos, habrá menos racismo y menos guerras, la economía y el sector privado estarán bajo estricta vigilancia, y saldremos de la crisis económica más grande de la historia, es global en los cinco continentes. Y no digamos en Europa.

Más del 80% de los franceses, el 72% de los alemanes, el 68% de los españoles, el 66% de los italianos o el 48% de los ingleses habrían votado ayer por Obama, según un sondeo publicado por France 24 en colaboración con Internacional Herald Tribune el pasado 24 de octubre.

Pero no sólo los europeos estamos colgados de Obama. Más de 22.000 encuestados por la consultora GlobeScan en 22 países, que abarcan desde India a Australia, pasando por África, Europa y América del Sur, deseaban que ganara el candidato demócrata. Además, los encuestados de 17 de esos países estaban seguros de que con el senador por Illinois mejorarían las relaciones de su país con EE.UU. Otra encuesta de Gallup para Foreign Policy arrojaba resultados similares.

¿Por qué el mundo ama tanto a Obama?

Por el rechazo a George Bush, a sus ocho años de mandato desastroso, que han traído un retroceso en todos los aspectos, desde los derechos humanos —guerras de Irak, Irán, la prisión de Guantánamo—, a la crisis financiera —ahora ya económica— que nos arrastra a todos hacía el abismo. Por el desprecio de la Administración Bush al cambio climático, a las relaciones del comercio mundial, y a las luchas interreligiosas azuzadas por el equipo republicano desde el 11-S.

Y también, aunque ahora se nos olvide arrastrados por los problemas acuciantes de la economía, porque en el registro mental de las gentes han ido quedando las historias sobre el niño Obama. Un tipo con bermudas, gordo y larguirucho, llamado "Barry", que creció en Indonesia, el país del mundo donde hay más musulmanes. Aquel "gordito Barry Soetoro" —el apellido de su padrastro— que retrataba Roger Cohen en The New York Times el pasado 14 de abril, y que ha servido como base para elaborar el perfil de Barack en periódicos y documentales de medio planeta, resultó más cercano de lo que nunca hubiera podido imaginar ningún ciudadano que no hubiera nacido en el imperio. Cohen dejó claro que, aunque Obama no descendía de esclavos —no se podía utilizar tal asunto en campaña—, sí que había sido un adolescente hijo de divorciados, machacado para que dejara de escribir con la izquierda, un raro que comía sandwiches en vez de fideos con arroz, y al que las niñas decían que olía a sudor.

El viejo continente se entrega

Pero toda esa imagen de marginación y ternura está muy bien para despertar simpatías fuera de la vieja y arrogante Europa. Y, sin embargo, dentro de la UE, la obamanía ha prendido con igual fuerza entre los apasionados mediterráneos —da igual que sean españoles, italianos, griegos o portugueses—, y entre los más distantes y fríos alemanes, ingleses o escandinavos.

¿Cómo es posible que los flemáticos ingleses, los abuelos del imperio USA, se inclinen ahora por un negro? ¿Incluso le declaren su amor sin vergüenza? "Los británicos aman a Barack Obama porque es progresista pero moderado, representa la forma más tajante de romper con la herencia de George W. Bush, simboliza el final del enfrentamiento racial en Estados Unidos, y ofrece una oportunidad de introducir dinamismo y liderazgo occidental (multilateral) en un mundo cuyo poder se desliza hacia Oriente", explica Walter Oppenheimer, corresponsal de "El País" en Londres.

Entre el 80% de los franceses que ayer hubieran votado por Obama estaría el propio Sarkozy. Así quedó de manifiesto durante el "flechazo" Obama-Sarkozy del pasado mes de julio, cuando el irónico presidente francés declaró lo mucho que "los franceses aman a los americanos", en alusión a las tensiones entre ambos países, más con la Administración Bush. Sin reparo alguno, el conservador Sarkozy se declaró "feliz" si el senador por Illinois ganaba las elecciones. "Los franceses, derecha e izquierda, están fascinados con Obama, porque Francia, junto con España, es el país más "antinorteamericano", es decir, antiBush, de Europa. Obama representa la otra América, el país mestizo que es Francia, aunque la diversidad no se refleje en los puestos de poder", subraya José Antonio Sorolla, corresponsal de "El Periódico de Catalunya" en París.

Mesías para la Italia de derechas

Entre los italianos, el enamoramiento por el candidato de Illinois ha ido en aumento. El 66% habría votado ayer por el mulato y esa pasión ha dado para muchas bromas. Cuando el ministro de Exteriores italiano Franco Frattini declara que "los puntos de contacto entre Berlusconi (de 72 años) y Obama (47 años) se notan", la Italia más progresista poco menos que se muere de la risa.

Irene Hernández Velasco, corresponsal de 'El Mundo' en Roma, cuenta la historia de California. "No es sólo un estado de los United States of America. Es también el nombre de una pequeña localidad italiana de apenas 1.000 habitantes, situada en la región de Toscana. Allí, y por aquello de la graciosa coincidencia toponímica, el pasado domingo 26 de octubre se celebró un simulacro de elecciones estadounidenses", recuerda Irene. "Todos somos americanos 2008", se llamaba la convocatoria, así bautizada para subrayar cómo la elección del nuevo presidente de Estados Unidos "es un asunto que trasciende las fronteras nacionales e incumbe al mundo entero. Incluida por supuesto Italia".

En la California toscana "arrasó Obama con el 93,60% de los votos, mientras que McCain sólo logró un pírrico 6,4%", añade la periodista desde Roma. Un resultado que "refleja con bastante exactitud el fogoso entusiasmo que los italianos sienten hacia el candidato demócrata". Tal es la fascinación que despierta Obama en el país trasalpino que hasta muchos representantes de la derecha han sucumbido ante él. Incluidos numerosos miembros del Gobierno Berlusconi como por ejemplo la ministra de Educación, Mariastella Gelmini; el ministro de Exteriores, Franco Frattini; el ministro de Cultura, Sandro Bondi, o la ministra de Igualdad, Mara Carfagna, todos ellos ‘obamistas’ convencidos. "Hasta Berlusconi se dice que es pro-Obama aunque, después del apasionado idilio político que ha mantenido con George W. Bush durante los últimos ocho años, se está cuidando mucho de dar su apoyo público al candidato demócrata" ironiza Hernández..

Aunque la corresponsal de 'El Mundo' advierte que algunos italianos ("sobre todo muchos políticos de derechas, digámoslo claramente") apuestan por Obama por motivos prácticos y en estricto cumplimiento de la teoría del caballo ganador, es decir, porque "están convencidos de que va a ganar y mejor estar del lado del vencedor que del vencido". Pero la inmensa mayoría lo apoya porque "lo ve como un nuevo mesías capaz de desencadenar una suerte de revolución planetaria" concluye la periodista.

Hernández cita como ejemplo el caso de Walter Veltroni, el líder del centro izquierda italiano: "Si Obama gana las elecciones, como yo creo que ocurrirá, cambiará el viento, será un mensaje de gigantesco valor histórico. Porque será histórico que en un momento de crisis como el que está viviendo ahora Estados Unidos, ese país no se cierre sino que se abra y elija como presidente a una persona de 46 años con un color de la piel desconocido hasta ahora en la Casa Blanca. Será el inicio del nuevo milenio, que comienza con ocho años de retraso".

Zapatero el "lover" español

De acuerdo con la citada encuesta de France 24, los españoles seríamos los terceros amantes europeos de Obama, detrás de franceses y alemanes. No cabe duda de que el "lover" español más entregado a Obama se llama José Luis Rodríguez Zapatero. Sus razones tiene para ello, después de cinco años de desplantes de la administración Bush para con el presidente socialista desde que el español anunció la retirada de las tropas de Irak tras ganar las elecciones. El amor ha sido un "in crescendo", después de que Obama reprochara a McCain sus dudas para recibir a Zapatero durante los debates televisivos entre ambos contrincantes a la Casa Blanca. El senador por Illinois sí que le recibirá y la felicidad de Zapatero fue tan grande, que prefirió ocultarla y dejar al ministro Moratinos, el papel de declarar cuán grande es la satisfacción que reinaría en La Moncloa si ganaba Obama.

"Es verdad que el mundo está entusiasmado con Obama. ¿Cómo no iba a ser así después de los ocho años de la horrorosa administración de Bush? Y los españoles estamos entre los que preferíamos el triunfo del demócrata" reflexiona Julián Santamaría, catedrático de Ciencia Política, especializado en análisis electoral, comunicación política y procesos de cambio político.

Pero tanta esperanza blanca por el primer presidente negro de la primera potencia del mundo, tanta entrega y euforia, lleva aparejada, inevitablemente ¿la decepción?. ¿O no?. "A este ritmo, Obama deberá ser tres presidentes en uno: George Washington, Abraham Lincoln y Bill Clinton. De los contrario se transformara en un fiasco" ironizaba Newstatesman, semanario progresista británico.

Promesas, promesas

Obama ha prometido mucho. Desde una reducción fiscal de 2.500 dólares por persona y 5.000 por familia para ayudar a los estadounidenses a hacer frente a sus gastos sanitarios y cobertura sanitaria para los más débiles, a impulsar las energías renovables con 150.000 millones de dólares, creando cinco millones de puestos de trabajo "verdes". Quiere que las tropas de Irak regresen a Estados Unidos, a razón de dos brigadas por mes y pretende intensificar los recursos en Afganistán, donde opina que está la verdadera amenaza terrorista.

Pero todo esto era antes del gran crash económico. El senador por Illinois, con su calma y su fuerte equipo económico -pilotado por Larry Summers- jugó su definitiva baza de éxito cuando a partir del pasado 15 de septiembre, tras la caída de Lehman Brothers, mantuvo la calma y no montó numeritos como el del abandono de la campaña que protagonizó McCain para acudir a Washington, a salvar la nación. McCain se encontró con que sus colegas republicanos le dejaban tirado al no apoyar el plan de Paulson, con los 700.000 millones de dólares destinados a salvar el sistema financiero.

Frente a esta escandalera republicana, Obama propuso un plan con cuatro puntos básicos: generar empleo, ayudar a los propietarios de viviendas y proteger a los gobiernos locales y estatales, rebajar el impuesto sobre la renta, e inyectar 50.000 millones en ayudas a los fabricantes de coches. Necesitará más de 60.000 millones de dólares para éstas y otras medidas. ¿Será posible que cumpla tanta promesa el hombre que se define como el resultado del "sueño americano"? Por no hablar de lo prometido más allá de las fronteras estadounidenses.

"Es cierto que ha prometido mucho y no va a poder cumplir todo -reflexiona Julián Santamaría- pero tampoco va a causar una decepción espantosa tan pronto como tome el poder. Por ejemplo, con Europa y ahí incluyo España, mantendrá en lo político una relación amorosa importante y en lo económico, al ser un protector del comercio estadounidense, tendrá conflictos por su proteccionismo. Ahora bien, creo que a partir de hoy, estas semanas, hasta el 20 de enero son claves. Y lo tiene todo listo", mantiene el catedrático de Ciencia Política.

Porque como Santamaría, la mayoría de los analistas políticos y económicos nacionales e internacionales esperan que Obama anuncie un paquete de medidas de inmediato, aunque tome posesión del cargo en enero. "Y el Senado se las aprobará rápido, de forma que en 24 horas resucitará el prestigio de EE.UU como potencia mundial", sostiene Santamaría, más optimista que preocupado por la decepción inevitable que habrá ante tanta expectación levantada.

Más pesimista se muestra Sorolla, el corresponsal de 'El Periódico', porque "creo que Obama decepcionará al no poder cubrir las altas expectativas despertadas. Por otra parte, hay algo en Obama que da mala espina: siempre dice al interlocutor lo que quiere oír". Oppenheimer, de El País, sospecha también que Obama decepcionará por las elevadas ilusiones que ha despertado ante la situación actual, pero "es un pragmático, no un idealista dispuesto a renunciar a los intereses de su país por el bien de la humanidad".

La opinión de la periodista Irene Hernández no difiere de la de sus dos colegas en Europa en cuanto a la posible decepción, porque "las expectativas de los italianos con Obama son muy elevadas". Y termina con un dato: hace cuatro años, en las elecciones presidenciales que enfrentaron a George W. Bush y a John Kerry, los habitantes de La California toscana también fueron llamados a pronunciarse en las urnas respecto a eso dos candidatos. Y, por goleada, la inmensa mayoría votaron por Kerry. Sin embargo, los estadounidenses prefirieron a Bush.

El fabuloso Hussein negro

Sea como fuere, ver a un presidente negro sentado en el despacho oval de la Casa Blanca, es un imponderable que ni siquiera los más finos analistas del mundo pueden evaluar. Y en sí mismo, ése ya es un cambio histórico, para el que cualquier calificativo se queda corto. Así que suerte al "gordito Barry Soetoro", que además de ser negro o mulato, tiene como segundo nombre el de Hussein, motivo que le ha dado pie para hacer una de sus últimas bromas. "Quien me puso ese nombre nunca pensó que podría llegar a ser presidente. Es que soy fabuloso". ¡Que así resulte y que la fuerza le acompañe! Por el bien de todos.

* Sigue toda la información de las elecciones de EE.UU al minuto.

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