La inmigración, principal factor de aumento de la población en Castilla-La Mancha y supone el 8,6 por ciento del total

Toledo.-  La inmigración es el factor que más ha contribuido al aumento de la población de Castilla-La Mancha, pues a 1 de enero de 2007 había 170.000 extranjeros empadronados, lo que supone el 8,6 por ciento del total de habitantes de la región.

El director general de Presupuestos y Fondos Comunitarios, José Antonio Poncela, y el director del Instituto de Estadística de Castilla-La Mancha, César Lalanda, han presentado hoy en Toledo el Anuario Estadístico de Castilla-La Mancha de 2007, donde se refleja que la población ascendía a 1.977.304 personas, 45.000 más que el año anterior en términos absolutos y el 2,3 por ciento más, el doble que la media nacional del 1,1 por ciento.

Lo mismo ha ocurrido en 2008, puesto que, a falta de datos oficiales, el 1 de enero estaban empadronados 2.038.956 habitantes, el 3,1 por ciento más que doce meses antes, frente a la media nacional del 1,9 por ciento.

Aunque el crecimiento vegetativo ha sido positivo según el Anuario Estadístico de 2007, el flujo migratorio, tanto desde el extranjero como de otras comunidades autónomas, ha sido lo que más ha contribuido al aumento de la población, puesto que en el año 2007 un total de 105.660 personas trasladaron su residencia a Castilla-La Mancha, de las cuales 47.000 vinieron directamente desde el extranjero y 59.000 desde otras regiones.

Por su parte, 46.000 personas se marcharon de Castilla-La Mancha, de ellas 2.000 al extranjero.

Estas cifras dan un saldo positivo de casi 60.000 personas que se trasladaron a vivir en Castilla-La Mancha, de las que 45.000 procedían del extranjero y 14.000 de otras comunidades autónomas.

Por provincias, de los más de 170.000 nacidos en otros países, 62.130 tienen su residencia en Toledo y representan el 9,7 por ciento de su población; en Ciudad Real hay 32.000, el 6,3 por ciento; 28.000 en Albacete, el 7,3 por ciento; otros 28.000 en Guadalajara, el 12,6 por ciento de su población y 19.000 en Cuenca, el 9 por ciento del total.

Toledo y Guadalajara son, por tanto, las provincias donde han fijado su residencia más inmigrantes.

Por nacionalidad, el país de donde procedían más extranjeros residentes en Castilla-La Mancha es Rumanía, con 60.700; seguida de Marruecos, con 23.000; Ecuador, con 13.000 y Colombia con 10.000.

Destaca el fuerte crecimiento que sigue experimentando la población rumana en la región, ya que el 1 de enero de 2008 estaban empadronados 85.419, o sea, 15.000 más que un año antes, lo que supone un incremento del 25 por ciento.

En cuanto a los movimientos de población desde otras comunidades autónomas, se trasladaron a Castilla-La Mancha principalmente desde Madrid, sobre todo al norte de Toledo y el oeste de Guadalajara, por cercanía, y fueron un total de 36.680 madrileños quienes vinieron frente a 20.500 personas que se fueron de Castilla-La Mancha a la capital de España.

Desde el año 2000 hasta 2007, este flujo ha sido favorable para Castilla-La Mancha en 99.000 personas.

Entre enero de 2007 y enero de 2008, Toledo y Guadalajara continúan siendo las provincias que absorben nuevos residentes en mayor medida, pues del total de 61.600, corresponden a Toledo 29.000 y 13.600 a Guadalajara.

Respecto a los nacimientos, en 2007 se registraron 19.991, cifra algo inferior al año anterior, en que fue récord en los últimos 20 años con 20.389 nacimientos.

Se redujo por tanto la tasa bruta de natalidad por primera vez desde 1998, con 9,9 nacidos por cada mil habitantes.

En 2007 fallecieron 17.598 residentes, con lo que se redujo la tasa bruta de mortalidad a 8,76 por cada mil habitantes.

Estos datos dan un crecimiento vegetativo de 2.393 personas, un número sensiblemente inferior al saldo migratorio.