WASHINGTON.- Ted Stevens tiene 84 años y gana 10.000 dólares mensuales al servicio del Estado de Alaska. Es senador y, el 4 de noviembre, es candidato a la reelección por su Estado, aunque el candidato demócrata Mark Begich se lo está poniendo difícil. El caso es que su puesto es clave para los republicanos.
Y ¿por qué nos interesa este hombre mayor de la foto? Pues porque, ahí donde lo ves, ha sido declarado culpable de siete cargos. Entre ellos, soborno, fraude por mentir al no declarar regalos que había recibido de una empresa petrolera, así como dinero del Estado que gastó en renovar su propia casa. El fraude cometido por Stevens asciende a 250.000 dólares. Ah, y por cierto: el senador de Alaska es también el miembro del Partido Republicano que más tiempo ha estado en el cargo, más de 40 años.
Queda apenas una semana para las elecciones y si todos los candidatos están nerviosos por los resultados, Ted Stevens debe de estarlo aún más, porque el veredicto del jurado también le puede perjudicar en las urnas.
El juez del caso todavía no ha determinado la fecha en la que se comunicará la pena a Stevens, pero podría ser de hasta cinco años de prisión por cada uno de los siete cargos. Eso sí, por tratarse de un senador bajo ley federal, lo más probable es que no sea sentenciado a prisión, así que puede que asustado, lo que se dice asustado, Stevens no esté.
¿Y qué dicen los de su partido? La candidata a la vicepresidencia y gobernadora de Alaska, Sarah Palin, emitió un comunicado el lunes por la noche en el que no pedía la dimisión de Stevens, pero confiaba en que "hará lo que sea mejor para el pueblo de Alaska". Sin embargo, su jefe, John McCain, le ha pedido públicamente que dimita y se retire de la contienda.
Pero una cosa son las declaraciones y otra la realidad. Según declaraciones del estadista Ivan Moore para Huffington Post, la carrera del senador "está terminada". Su puesto en el Senado es clave para los republicanos, que ven escaparse la presidencia el 4 de noviembre, pero también importantes puestos en el Congreso y en el Senado.
Lo cierto es que el senador republicano tampoco está obligado a renunciar a su puesto en el Senado (sólo podría ser expulsado en el caso de que dos tercios de la Cámara aprobara una moción contra él) ni a retirar su candidatura a la reelección. Aunque lo hiciera, dada la cercanía de las elecciones, su nombre se quedará en las papeletas.
Sin embargo, según Ken Silverstein de la revista Harper’s, el senador podrá mantener su sueldo mensual por su servicio al Congreso, unos 10.000 dólares al mes. Incluso en el caso de que Stevens vaya a prisión, algo bastante improbable, seguiría recibiendo su sueldo gracias a una ley aprobada el año pasado por el Congreso estadounidense.
Según informa Associated Press, la acusación de Stevens forma parte de una investigación mucho más amplia por parte del FBI. El congresista republicano y amigo de Stevens Don Young también está siendo investigado por su relación con la misma compañía petrolera que hizo regalos al senador de Alaska. Su propio hijo, Ben Stevens, también está bajo la mirada del FBI.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.