¿Será un apestado el primero en pedir un aval al Gobierno?

A ver quién es el primer banquero que le pide al Gobierno que le avale sus operaciones con la que está cayendo. ¿Qué pensarías si tu banco le pide al Estado que le respalde en sus operaciones? ¿No daría la impresión de que el mercado no confía mucho en tu banco y por eso no puede colocar sus títulos por sí solo? Por de pronto, el Ejecutivo no tiene ningún problema en ser "transparente" y dar a conocer el nombre de las entidades a las que avalará. Pero todo depende de la ley de protección de datos y del acuerdo que se alcance con el sistema bancario.

Siguiendo el patrón marcado ayer por el Eurogrupo, el Gobierno español ha decidido aprobar un Real Decreto por el cual el Estado concederá a los bancos que lo soliciten avales por importe de hasta un máximo de 100.000 millones de euros este año (para el próximo todavía no se sabe cuánto). Estos avales se concederán a las operaciones que realicen las entidades residentes en España desde el momento en el que entre en vigor el decreto. Por tanto, es una garantía para las actuaciones que desarrollen en los próximos cinco años. De los problemas de liquidez que puedan tener en este momento las entidades se encarga el fondo de adquisición de títulos creado la semana pasada.

¿Quiénes podrán ser avaladas? Será el Ministerio de Economía y el Banco de España —conocedores de las tripas de todos los bancos y cajas— quienes decidan a quién se puede avalar y a qué precio. Es lógico, por tanto, que una entidad con menos solvencia o más endeudada tenga condiciones más estrictas. El objetivo de estos avales es dar "confianza" y "mayor seguridad" al mercado bancario para que vuelva a fluir con cierta normalidad el dinero. Si los bancos vuelven a prestarse y consiguen que sus títulos sean comprados, es razonable que concedan créditos a empresas y particulares o refinancien los que están a punto de vencer.

La medida puede despertar la desconfianza de los contribuyentes. "Ya está de nuevo el Gobierno ayudando a los bancos con el dinero de todos...", se escucha a la hora del café. Por ello, el Ejecutivo ha querido cubrirse las espaldas y remarcar que estos avales no son un regalo —como dijo ayer Sarkozy—, sino que se pedirán importantes contraprestaciones. "No costará ni un céntimo a los contribuyentes", ha asegurado Zapatero, aunque lo ha condicionado a que "todo salga bien" y el sistema financiero "reaccione". Además, y es una idea en la que insisten estos días todos los dirigentes europeos, si se ayuda al sistema financiero se ayuda a toda la economía, "porque detrás están los ahorros de los contribuyentes y las inversiones de las empresas".

Por si acaso hay que entrar a ayudar a un banco...

Además de la concesión de avales, el Consejo de Ministros se ha querido curar en salud. A la vista de las numerosas intervenciones en bancos que se están produciendo en el último mes (en EEUU, Alemania, Reino Unido, Islandia...), el Gobierno español ha autorizado al Ministerio de Economía para que pueda adquirir títulos de entidades que se vean necesitadas, lo cual significaría entrar en su capital. Aunque, eso sí, ha insistido por activa y por pasiva, que es una medida "cautelar" y de "carácter preventivo". Un 'por si acaso', pues no se prevén situaciones de insolvencia en la banca española.

Las dos medidas están respaldadas y coordinadas por los quince países que comparten el euro. En esa idea ha insistido mucho el presidente, en una respuesta a las críticas que se han escuchado desde la oposición. "¿Son buenas las medidas que adopte Merkel y no las mismas porque el Gobierno tenga color distinto?", se ha preguntado Zapatero. Además, ha puesto como ejemplo dentro de Europa su actitud con la oposición, aunque ha defendido que se tomaran estas decisiones —de las que se informó al PP anoche— sin acordarlas antes, porque la situación "critica" por la que se atraviesa exige tomar medidas, "que no se hubieran adoptado en una contexto normal", según reconoce el Ejecutivo socialista.