Hasta Islandia ha hecho crack. ¿Cómo? ¡Pero si nos hemos cansado de oír hablar de sus miles de bondades! Su sistema socioeconómico causa envidias desde hace años. Baja tasa de paro, el índice de natalidad más alto de toda Europa, el país del mundo donde más libros se compran... Algunos hasta lo han calificado como "el mejor país del mundo para vivir". Sin embargo nada de eso ha servido a los islandeses para escaparse de los efectos de la crisis. También a ellos les ha llegado y con fuerza. En sólo tres días se han nacionalizado los tres bancos más importantes del país y esta mañana se ha suspendido la actividad de la bolsa hasta el próximo lunes.
¿Qué ha pasado?
Vayamos por partes: hace sólo 20 años, un 70% de la población islandesa era pobre pero la llegada del neoliberalismo dio un giro en este país de poco más de 300.000 habitantes. Su baja tasa de paro se convirtió en la envidia europea. En el tercer trimestre de 2007 era del 0,9%. Y llama la atención sobre todo el caso de las mujeres. El 90% trabajan, mientras que en España sólo lo hacen el 65%.
Con la natalidad pasa lo mismo, ya nos gustaría tener su mismo índice de natalidad. Mientras que España es el segundo país de Europa por la cola, Islandia es uno de los líderes. La tasa de natalidad supera los dos hijos por mujer. El 60% de la población femenina tiene tres o más hijos y la media de edad del primer alumbramiento es de 25 años. En nuestro país, es de 29.
Pero no sólo destaca a nivel social, también en el económico. La isla europea, más cercana de Groenlandia que del viejo continente, ha sabido explotar su situación geográfica. Hace seis meses, su primer ministro, Geir Haarde, aseguraba a John Carlin en una entrevista en El País Semanal, "creo que hemos combinado lo mejor de Europa y lo mejor de Estados Unidos, el sistema de bienestar nórdico con el espíritu empresarial norteamericano".
Y aquí llegamos a una de las explicaciones de lo que ha ocurrido hoy: en los últimos años, la buena coyuntura económica mundial ha hecho que el Banco Central de Islandia haya bajado los impuestos para atraer a empresas extranjeras y favorecer que las empresas del país no buscasen otro lugar donde establecerse. Es paradójico, pero aunque ganan menos de cada empresa, el que haya tantas ha hecho que su recaudación de impuestos creciese un 20%. Pero esto duró lo que duró el bienestar económico y así lo explica el economista Jon Danielsson en la BBC, para quien de alguna manera hay factores que hacían predecir que esto podía ocurrir. Su política inflacionista, similar a la de Reino Unido, es la causante de que la subida del IPC, desencadenada por la crisis, haya disparado los impuestos y muchas empresas nacionales y extranjeras no puedan ahora pagar sus créditos. Según este experto de la BBC, esta política inflacionista es más apropiada para países grandes. Islandia no lo es, y en su caso, ha sido "desastrosa".
Pero ¿hay alguien hasta la fecha que no sintiera envidia de los islandeses? El país donde siempre es de noche, o casi (pasan prácticamente nueve meses del año a oscuras) encabeza las últimas clasificaciones del Índice de Desarrollo Humano PNUD. Su renta per cápita es la sexta del mundo e igual que una elevada tasa de natalidad su esperanza de vida es muy alta. En el caso de los hombres, la lidera. La sanidad privada es casi inexistente y la escolarización gratuita, en primaria y secundaria, ha llegado a más del 99% de los niños. Aunque no haya liderado nunca el Informe Pisa de Educación, los estudios dicen que uno de cada diez islandeses publicarán al menos un libro a lo largo de su vida, lo que hace que sea el país con más publicaciones del mundo.
Sin embargo, la afección de la crisis ha sido inversamente proporcional a su idílica situación. Esta mañana, la Autoridad Supervisora Financiera Islandesa (FME) del país anunció la nacionalización del primer instituto crediticio, el banco Kaupthing. La noticia ocurre sólo un día después de asumir el control sobre el tercero, el Glitnir, y dos después de hacer los mismo con el segundo, el Landsbanki. Las operaciones se han llevado a cabo gracias a que el Gobierno de Reikiavik dictase a principios de semana un decreto urgente por el que se atribuye la capacidad de nacionalizar los institutos bancarios privados para evitar el colapso financiero del país y la práctica bancarrota de Islandia.
Esta medida de urgencia ha obligado a que esta mañana la bolsa de Reikiavik haya suspendido completamente la negociación con acciones y títulos hasta el lunes próximo. El parqué de la capital islandesa está dominado por los bancos locales y esta determinación se ha hecho inevitable.
Si España se compara con Islandia, hay muchas cosas en las que vamos por detrás: aunque la isla se modernizó tarde, lo ha hecho mucho más rápido que nuestro país. Ellos legalizaron el matrimonio gay en 1996 y nosotros lo hicimos en 2005. Además, su conexión a la vida digital es mucho mayor. Islandia tiene un 88% de internautas—es el líder europeo— frente al 44% español. ¿Resistiremos nosotros mejor este envite financiero mundial? ¿Será verdad que nuestra banca es más sólida?
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