MADRID.- Pedro Solbes ha hecho hoy todo lo contrario que su tocayo, San Pedro. Hasta tres veces ha tenido que confirmar la solvencia y seguridad del sistema financiero español. Y lo ha hecho después de que cantara el gallo y de que el Gobierno irlandés, precisamente en el momento de la amanecida, anunciara que garantiza los depósitos y la deuda del país durante dos años. Irlanda cortaba así todos los rumores sobre la solvencia de sus bancos.
"Los ahorros de los españoles no corren ningún peligro en ninguna institución española". El vicepresidente del Gobierno llevaba la frase-título preparada. La rueda de prensa de presentación de los Presupuestos Generales del Estado es, formalmente, la más importante del año para un ministro de Economía. Si además se produce en un contexto único e histórico como el actual, con la crisis más grave desde la Depresión del 29, con los mercados hundidos tras el rechazo del congreso de EEUU al Plan de Emergencia de Paulson y Bernanke y tras el salvamento de la aseguradora Dexia gracias a la intervención de Bélgica, Francia y y Luxemburgo, es fácil comprender que Solbes esperaba la pregunta clave de los periodistas.
Ha sido José Antonio Vega, el subdirector senior de "Cinco Días", el primero en lanzarle la pregunta. ¿Hay posibilidad de que algún banco o caja español tenga que ser intervenido? El vicepresidente se ha esmerado en la respuesta. Además de dar lo que para muchos es el titular del día, los ahorros de los españoles "no corren ningún peligro", sabía que iba a influir en las bolsas y los mercados nacionales.
Luego ha pasado a desglosar las razones de su tranquilidad. Desde el mes de junio del año pasado, tanto el Banco de España como el Gobierno trabajan en cifras y datos para seguir el asunto. De acuerdo con la información disponible -" que es mucha" según el vicepresidente- están totalmente seguros de la solvencia del sistema financiero español.
Ha insistido en las "provisiones anticíclicas", el dinero que el Banco de España hace guardar a bancos y cajas desde que en los años 80 tuvieron que afrontar la gran crisis bancaria que se llevó a más de 60 entidades por delante, lo que dio una lección al banco central español. Desde entonces, sus expertos han configurado una legislación "ejemplo para otros países del mundo". Además, el número uno en economía del Gobierno Zapatero insiste en que las entidades españolas no tienen "activos tóxicos", contaminados por las hipotecas basura (subprime).
Después de esa primera intervención, las preguntas de los corresponsales extranjeros han vuelto a lo mismo. A la situación del sistema español, a la opinión de Solbes sobre la actuación de los bancos de los gobiernos de la UE para salvar la aseguradora Dexia y, sobre todo, a si su frase reiterada sobre que los "ahorros de los españoles -o de los ciudadanos ha dicho en otra de las ocasiones- están seguros y no corren ningún peligro" significaba, al estilo irlandés, que el Gobierno garantizaba esos ahorros.
El vicepresidente no ha llegado a tanto, pero ha dejado la puerta abierta a esas garantías, al asegurar que si hubiera "un
caso grave, el sistema acudiría en su ayuda". Recordó las últimas actuaciones, tanto en el caso de Banesto como en Eurobank. Pero no pasó a detallar si, en caso de problemas de un banco o caja, la garantía para los ahorradores sería por el total de los depósitos ahorrados o hasta los 20.000 euros que ahora recoge la ley. Tampoco hizo ningún comentario sobre las compras del Grupo Santander fuera de España y que le han llevado ya a controlar el 10% del sistema bancario británico.
En las ultimas horas, no han sido pocos los ciudadanos -los de a pie y los de sobre ruedas- que se han preguntado si Emilio Botín no estaría gastándose el dinero en salvar a las entidades de fuera, cuando quizá esos fondos del banco cántabro en un futuro hicieran falta para salvar a alguna entidad española. Solbes no ha querido entrar a comentar las compras de Botín, pero ya en los pasillos, su número dos, David Vegara, ha reconocido que las operaciones del primer grupo bancario español son muestra de la solvencia de los españoles.
En cuanto a los 20.000 millones de refinanciación de deuda que tendrán que abordar las entidades de aquí a finales de año, Solbes ha reconocido que se pagarán precios del mercado caros, los que hay, y que persisten las tensiones de liquidez. Harán frente a esas dificultades "pidiendo recursos externos y del BCE, como todo el mundo".
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