La escasa repercusión de los paralímpicos cabrea a nuestros atletas

Tras participar en tres Paralimpiadas, el nadador gallego Pablo Cimadevila ha bautizado los de Pekín como "los juegos del 10%". Por un lado, porque una medalla paralímpica supone "una décima parte del importe de una olímpica". Ahora por un oro se paga en Pekín 9.000 euros mientras que hace un mes el premio era de 94.000. En el caso de la plata, se ha pasado de 50.000 a 5.000. De todas formas no se queja demasiado por eso porque antes ni siquiera les daban dinero. A él lo que le preocupa es la poca repercusión mediática del evento. Televisión Española, que recibe gratis la señal por ser un hecho de interés general, dedica sólo 100 horas de su programación a los Juegos, frente a las 1.000 invertidas el mes pasado.

La medalla de bronce todavía caliente no evitó que el pontevedrés de 29 años aprovechase los micrófonos de la Cadena Ser para despacharse a gusto y arremeter contra los medios españoles. Ya que le brindaron la oportunidad, desahogó a gusto sus quejas y no dudó en echarle en cara al periodista Jesús Gallego que lo veía "no muy informado" sobre el evento. 24 horas después de la entrevista, el pontevedrés no se arrepiente de nada y nos explica el porqué de sus palabras.

Dijo lo que dijo y no lo cambiaría. Lo que pensaba este jueves, tras batir el récord europeo y ganar el bronce en los 200 estilos, es lo que lleva pensando desde que llegó a Pekín y lo que, según él, opinan muchos de sus compañeros en la Villa Olímpica. "Yo lo dije porque soy así, pero es el sentimiento general, lo que pasa es que la gente no habla por miedo a que no les vuelvan a llamar", nos asegura.

Decepción con RTVE

Pablo, que insiste que no habla por él ya que hay atletas con muchos más méritos, asegura que no quieren la misma repercusión, sino que sus familiares y amigos puedan verlos, "y también la gente a la que le interese este evento". No hay que olvidarse de que uno de cada diez españoles, según el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), sufre alguna discapacidad. Y mientras que en China, o países como Australia o Alemania, este evento está siendo retransmitido por cadenas importantes, en España no se pueden ver las pruebas en directo. "Sólo hay diferidos en Teledeporte. Ni siquiera, "la ceremonia de inauguración se emitió en la primera cadena. Tuvo que ser en La 2", comenta.

A Pablo le cuesta entender por qué Televisión Española, una de las patrocinadoras del evento, "no quiera asociar su imagen" a los Juegos. "Debe de haber alguien arriba que decide que no interesan, pero eso no es verdad", dice. Según él, la prueba está en que estos días el Nido y el Cubo de Agua de Pekín reciben más visitas que cuando competían Usain Bolt o Michael Phelps. Por eso, habla de un sentimiento de vergüenza y miedo. "Yo no entiendo todavía porqué cuesta tanto sacar a un amputado en televisión, es como una doble moral 'qué merito tienen estos atletas, pero mejor que no se les vea'", se queja.

¿Y los patrocinadores qué?

Pablo, que sufre paraplejia desde los cuatro años cuando fue atropellado por un automóvil, no cree que él sea diferente a cualquier otro atleta. "Me esfuerzo igual que los demás, ni más ni menos". Para prepararse para Pekín dejó su trabajo como diseñador de joyas durante ocho meses para poder entrenar y como él muchos, "detrás de cada medalla hay mucho esfuerzo y debe haber un reconocimiento". Dice que no quiere la misma repercusión, no pide "una portada como Nadal". Con un par de hojas en un periódico deportivo o 250 horas de emisión televisiva le bastaría. "Es que a ver, nosotros tenemos patrocinadores desde hace dos años gracias al programa Amigo Paralímpico y que no salgamos en los medios también es un problema en este sentido". Al fin y al cabo, para estas empresas invertir en ellos "también es una forma de negocio".

En menos de una semana, los atletas españoles han conseguido 43 metales y en agosto sólo lograron 18. Sin embargo, ahora apenas especiales en páginas webs españolas, sólo en rtve.es, mientras que sí se mantienen en Gran Bretaña (Guardian) o Francia (Lefigaro). Además, insiste en que en agosto la Ser envió 13 periodistas a Pekín y ahora sólo hay uno. "Otros medios mandan becarios y, no es por desprestigiarlos, pero es que no hay periodistas que quieran cubrir este evento" y esto es porque la no repercusión ha provocado que a la sociedad no les interesen.