MADRID.- Acabó la campaña y se desinflaron los políticos en internet, que aún no han actualizado las páginas, blogs, twitters o facebooks que tan importantes fueron hace unos días. Como siempre. Los entusiastas digitales, que la noche de las elecciones generales apostaron por Twitter, en cambio, no fallaron. Pero, ¿influyó internet en la campaña?
"Cambio... radical". Es la opinión tajante de José Luis Ayllón, secretario de Comunicación del PP, sobre la influencia de internet en la campaña de las elecciones del 9-M. Pero entre internautas, estudiosos de la política en internet y responsables de medios digitales la opinión es muy distinta. Domina la crítica a la utilización de la Red por los partidos y la poca influencia real de los internautas. "Estoy muy decepcionado", se queja José A. del Moral, de Alianzo, "pero es culpa tan nuestra como de los partidos".
Para Juan Freire, profesor de la Universidad de A Coruña y colaborador de soitu.es, "la movilización en internet ha seguido en gran medida la dinámica convencional 'analógica' y muchas acciones han tenido un objetivo demasiado centrado en el propio mundo de Internet (canón, debate digital ...)".
Mario Tascón, responsable de los medios digitales del grupo Prisa (Prisacom), afirma que "las próximas serán las elecciones de internet", pero en estas se queja de "la creciente actividad de las bases de los partidos, el aumento de la organización de determinados grupos que empiezan a aprender cómo influir a través de los medios". Uno de los elementos de campaña menos denunciados y más definitorios frente a la campaña de 2004.
José Luis Orihuela, profesor de la Universidad de Navarra y autor de eCuaderno, se fija en el efecto bipartidista de internet: "la influencia de la red y del resto de medios de comunicación, se proyecta en la clara bipolarización del resultado".
Juan Zafra, responsable de comunicación del organismo público Red.es, cree que "internet se ha utilizado para difundir los mensajes de la campaña política por parte de los partidos, pero también para lanzar debates entre la ciudadanía que han servido para enriquecer la visión de partidos y políticos".
Con más de un 40% de internautas, la campaña electoral se lanzó a por la Red. El detonante: el canon digital, al que se agarró Mariano Rajoy con la fuerza de un gran argumento. Le siguió la pasión por los debates electorales. La apuesta de los medios digitales y los internautas por un cara a cara en internet no prosperó, pero los partidos han prometido que en 2012, internet tendrá su propio debate participativo.
Los partidos se han lanzado a internet como nunca con dos estrategias distintas. Una endogámica, para los militantes y fieles, de apretar filas. Otra más sutil, dirigida a aumentar la presencia de sus ideas por todos los medios gracias a la convicción de sus seguidores y a la utilización de redes muchas veces no declaradas.
Amanece una nueva legislatura en España y ninguno de los candidatos lo hace en internet. Zapatero no está en la web del PSOE esta mañana. Tampoco Mariano Rajoy ha actualizado su perfil en Facebook donde nos iba informando de dónde estaba y qué hacía. Su página electoral está parada desde el viernes, 7 de marzo.
Esperanza Aguirre no estaba ayer en el balcón de Génova y tampoco ha aparecido por su perfil de campaña. En la izquierda, lo mismo. José Blanco, secretario de Organización del PSOE, todavía no ha publicado sus comentarios sobre la victoria en su blog. Carme Chacón todavía no ha celebrado los buenos datos del PSC en su Twitter. Tampoco el ex ministro Jordi Sevilla. Joan Herrera no está para comunicación tras el batacazo de IU e ICV.
Entre las bases, las cosas son muy distintas. Los Voluntarios Populares están callados. La campaña se paró el viernes que ETA asesinó al socialista Isaías Carrasco. Donde se nota la alegría y la agitación es entre la Blogosfera Progresista y un nuevo grupo de entusiastas ya grita ¡Bravo Zapatero! en las redes sociales.
José Luis Ayllón reconoce que todavía no tienen una evaluación de la campaña en internet, pero asegura que "los partidos ya hemos dejado, por fin, de ser monologuistas para ser interlocutores de los ciudadanos". Orihuela le rebate: "Los políticos no han escuchado la conversación de la Red, o no han querido o sabido formar parte de ella. Se pidió un debate ciudadano en internet y se obtuvo un simulacro de participación en los canales abiertos por las televisiones en YouTube. Se pidió un cambio en materia de canon y se obtuvo una fotografía de los artistas en el balcón del triunfo".
La noche electoral la ganó TVE. Como siempre en las grandes citas informativas. No fue la pasión de los 13 millones de telespectadores del primer debate, pero casi diez millones de personas siguieron el recuento de votos y los análisis en la tele. 3,7 millones, un 21,6% de la audiencia para TVE, seguida de Telecinco y Antena 3, con dos millones de espectadores y share del 12 y el 13% respectivamente.
Todos los medios digitales dispararon de nuevo su tráfico, aunque tampoco llegaron en la mayoría de los casos a los grandes récords logrados en los dos debates. "Han sido unas elecciones en las que el medio dominante ha sido la televisión frente a lo que muchos esperaban. No sólo ha sido la tele, sino un formato realmente estático y antiguo el que se ha constituido en el eje de la campaña", reflexiona el director general de Prisacom.
Del Moral cree que "por ahora nada de Política 2.0", ha sido "tan sólo un campo más para amplificar voces. Según el responsable de Comunicación del PP, no le falta razón, porque para él "lo más llamativo han sido las adhesiones a la interactividad que han demostrado muchos ciudadanos". Y reafirma la estrategia de movilización defendida por su partido al comenzar la campaña: "Las redes sociales han servido par canalizar la actividad electoral de muchos voluntarios que de otra manera no hubieran sabido cómo ayudarnos". Ganadora, la videocracia. Para Ayllón "YouTube se ha convertido en imprescindible, en campaña, y en la vida ordinaria de los partidos". La imagen también ha ganado en la Red. Como la movilización de la militancia más que la conversación y el debate de la ciberdemocracia. Dice Orihuela: "Internet, como ha ocurrido históricamente con otros medios de comunicación, tiende a reforzar las opiniones propias en la medida en que los usuarios y los productores de contenidos tienden a exponerse a medios afines". Del Moral reivindica un mayor compromiso. "Los partidos no se creen todavía la Red y los internautas no nos creemos todavía capaces de hacer política".
Juan Freire quiere ser optimista. "El discurso de los políticos y partidos está ya tan gastado que solo interesa a los convencidos incluso aunque cambien de canal. Y eso es para ellos internet. En cambio, los ciudadanos y redes han conseguido en algunos casos articular debates y desarrollar herramientas para gestionar información. Llega aún a pocos pero marca una tendencia clara que en cuatro años será importante".
Pero en internet las cosas cambian mucho. 2004 fue las elecciones de los blogs. 2008 han sido las del vídeo viral y las redes sociales como Facebook o Twitter. El microbloging fue, de hecho, el gran vencedor de la noche electoral. Y, por supuesto, las bases de datos. La tecnología funcionó y los ciudadanos pudieron conocer en la Red los datos del escrutinio en tiempo real. Para una mayor ciberdemocracia aún habrá que trabajar duro.
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