MADRID.- 20 Minutos ha lanzado la idea de un debate electoral en internet entre el presidente José Luis Rodríguez Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy. Aquí proponemos 10 ideas para completarlo.
Es la hora de un debate electoral en internet, como ya ha ocurrido en Estados Unidos con demócratas y republicanos. Pero ahora que en España se recuperan los debates electorales, el desarrollo de los medios digitales y la emergencia de la ciberdemocracia podría servir para mejorar aún más el debate público y la democracia real.
Entre los grandes problemas de la democracia está la participación de la ciudadanía, la definición de un público activo y la construcción de canales adecuados para el debate. Son preocupaciones compartidas por teóricos como John Dewey, Jürgen Habermas, Ulrich Beck o Anthony Giddens, por citar algunos.
La ciberpolítica y las posibilidades y herramientas de internet y los medios y redes sociales pueden ayudar a solucionar algunos de esos problemas, como demuestras iniciativas como 10 Questions y experiencias españolas como el blog de campaña del candidato socialista Miguel Sebastián, con ideas ahora retomadas por el PSOE en La mirada positiva, la web electoral del presidente Zapatero.
Como ya adelantó Dewey, 'la cura de los males de la democracia es más democracia'.
La tecnología puede ayudar a construir una democracia más creativa donde se desarrolle la modernización reflexiva (Beck, Giddens) en un entorno de público ilustrado y activo (Habermas) en un ámbito de mayor libertad y no dominación (Philip Petit).
La propuesta de 20 Minutos avanza unos cuantos pasos sobre la situación anterior de debates televisados y pactados entre los partidos y sus comités de campaña:
- debate en internet,
- con participación y abierto a todos los medios,
- y realizado con preguntas del público recibidas directamente.
La idea recoge propuestas anteriores como la de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM).
Es el momento. La respuesta a la invitación ha sido amplia. Medios y ciudadanos coinciden en la necesidad de un debate más abierto y accesible.
Unas propuestas para mejorarlo y aprovechar esta oportunidad de que la ciberpolítica pueda convertirse en un sistema operativo para una democracia más amplia y plural.
1. Debate participativo
El próximo debate electoral debe estar abierto a la participación de los ciudadanos. El objetivo es que sean los ciudadanos, y no los candidatos, quienes establezcan las reglas del debate para eliminar las rígidas condiciones de los partidos.
Las preguntas e inquietudes del público deben sustituir los listados de temas pactados por los comités electorales de los partidos.
Los ciudadanos deben ser libres para remitir sus preguntas. Las mejores pueden ser elegidas con un sistema de votación (metamoderación) popular en la propia web.
De las más votadas deben salir las contestadas por los candidatos.
No debería haber moderador, sino que la propia democracia deliberativa estableciese las mejores preguntas. En todo caso, un comité independiente de supervisión podría encargarse de eliminar redundancias en el listado final. Los candidatos no pueden vetar preguntas, pero están en su derecho de no contestar.
2. Debate abierto
El debate debe ser abierto a todos los medios, como ya figura en la propuesta inicial. Pero además debe abrirse a la difusión por todos aquellos particulares, colectivos, empresas o instituciones que quieran ofrecerlo en sus plataformas de comunicación, sean digitales o no.
El objetivo es lograr la máxima difusión, la mayor participación y la despatrimonialización de un debate que debe ser de todos.
3. Plural y no excluyente
El debate también debe estar abierto al pluralismo político real del Estado. No cabe un debate sólo entre los dos principales candidatos porque fomenta un bipartidismo que de por sí resta opciones, visibilidad y representación a los demás.
El debate propuesto entre Zapatero y Rajoy excluye a una gran parte de las opciones políticas, tanto de los candidatos como de los votantes. No se debe olvidar, y la Junta Electoral Central no debería hacerlo, que un debate entre dos es en sí mismo una propuesta política que, además, en la coyuntura actual, coincide con propuestas de algunos partidos sobre la limitación de la representación en las instituciones estatales.
Los debates entre muchos candidatos, como los vistos en las elecciones primarias norteamericanas, demuestran que los cara a cara no son suficientes, sino excluyentes.
La digitalización y la multimedia permiten crear un debate con varias capas para reducir los problemas de tiempo, orden y claridad.
Podría:
- ser un debate en directo retransmitido por vídeo y televisión (convencional, digital, TDT o internet) con participación de los líderes de los partidos con candidatura nacional con representación en Cortes (PSOE, PP e IU);
- con una parte en directo extendida con participación de los partidos de circunscripción no nacional y representación parlamentaria (CiU, ERC, EAJ-PNV, Coalición Canaria, BNG, Chunta Aragonesista y Nafarroa Bai);
- y participación del resto de partidos con candidaturas a las elecciones directamente en la web creada al efecto, tanto a través de vídeo como de texto.
4. Plurilingüe
El debate y su plasmación digital debería ser plurilingüe en aplicación de la leyes y la realidad cultural y política del Estado. Cada ciudadano y candidato elegiría su idioma de expresión.
5. Independiente y neutral
Uno de los mayores problemas para la celebración de este tipo de iniciativas es la independencia y neutralidad del propio debate. La primera condición es la ya descrita de la apertura a la participación y difusión por todos los interesados. La segunda debería ser la desintermediación del mismo debate, su organización y celebración al margen de los impulsores y transmisores.
Para ello se podría crear una organización independiente o apoyarse en alguna de las ya existentes con un patrocinadores para sufragar los gastos de organización e infraestructura y patronos para participar y apoyar todo el proceso.
La unión de medios, instituciones, colectivos, asociaciones, etc. podría crear una plataforma que instaurase la continuidad de estos debates y eliminase la polémica constante sobre su celebración en qué televisión, con qué moderadores, etc.
6. Debate de dominio público
Desprivatizar el debate es una buena fórmula para no privatizar la democracia. Al contrario que anteriores debates retransmitidos por televisiones privadas, el próximo podría pertenecer al dominio público desde su preparación al renunciar a los derechos de autor, comercialización, distribución y explotación para hacerlo accesible a todos. De esa forma, a través de una licencia abierta GNU o Creative Commons, se garantiza su uso, copia y distribución por la sociedad y los actores interesados.
7. Código abierto y accesible
El debate, las preguntas, los vídeos (en directo y grabados) y el material adicional debería alojarse en una web independiente sostenida por la organización o asociación creada para tal fin.
El código de cada uno de sus elementos debería ser abierto y accesible para su copia e integración (al estilo de los embbeding de muchas webs) en cualquier sitio digital interesado, además de la publicación de las direcciones y URLs de cada segmento del debate, pregunta o elemento con sentido para su enlace externo y mejora de la navegabilidad y usabilidad.
8. Multimedia y multiplataforma
Internet se está convirtiendo en uno de los ámbitos políticos más intensos y activos. Pero no debe olvidarse que es sólo un interfaz más de la democracia (Slavoj Zizek), no la democracia real.
Un debate para ampliar y mejorar la democracia debería ser multimedia (audio, texto, vídeo, imagen) tanto para ampliar su accesibilidad a ciudadanos con limitaciones sensoriales como para multiplicar su capacidad de distribución y retransmisión por diversos medios.
Hacerlo multiplataforma permitirá además no limitarlo a internet, donde sólo la mitad de la población es usuaria, sino permitir su difusión también en otros medios digitales como televisiones, móviles, vídeoconsolas, podcast, etc.
9. Transparente
La capacidad hipertextual de los medios digitales permitirá hacer el debate más transparente y eliminar el ruido creado a menudo por las luchas de cifras y estadísticas tan habituales en estas discusiones.
En el contenido del debate los candidatos y partidos pueden ofrecer enlaces a la documentación empleada para facilitar el acceso a los ciudadanos. De modo que se pueda juzgar también la fiabilidad y perspectiva de los datos utilizados.
10. Archivo y continuidad
Alojados todos los elementos del debate en la plataforma digital independiente y colectiva creada, todos los materiales permanecerán de acceso abierto para la consulta en cualquier momento del proceso electoral.
Pero también servirán para comprobar la responsabilidad de los candidatos al poder contrastar sus promesas y propuestas con lo hecho después.
La creación de esa plataforma permitirá además una continuidad en los debates ampliable al resto de elecciones o a otros momentos de debates de especial interés. Con el tiempo se puede ir creando una base de datos del estado del debate político y de las respuestas ofrecidas por los partidos y candidatos.
La propuesta ya lanzada y apoyada por medios, blogs, instituciones, etc. es una gran oportunidad para construir una mejor democracia con las herramientas de la ciberpolítica.
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