MADRID.- Los periodistas alertan contra una campaña electoral controlada. Los partidos demandan a la Junta Electoral Central que haga respetar el sistema de bloques asignados de información electoral en las televisiones. Los periodistas quieren libertad para informar según el interés de la información y el criterio profesional. Las cámaras no pueden entrar en los mítines. Los partidos controlan la imagen de sus actos. Los informadores lo consideran una manipulación.
Fernando González Urbaneja, presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, lo tiene claro: "Es una limitación inaceptable de la libertad de información y de expresión que resta información a los ciudadanos".
Las organizaciones de periodistas españolas, encabezadas por la Asociación de la Prensa de Madrid, el Col·legi de Periodistes de Catalunya y el Colexio de Xornalistas de Galicia, protestan contra el control de la información electoral por los partidos políticos.
Las organizaciones periodísticas están en contra de la asignación de bloques electorales con tiempo acotado para cada partido en la información de los telediarios de las televisiones públicas.
Las periodistas protestan también contra el control de la imagen de los mítines por los partidos con la aquiescencia de las televisiones.
¿Recuerda aquellos mítines en los que una pancarta se alzaba y rompía el discurso del candidato? ¿Cómo saber si hay gente cuando el encuadre lo impide?
Hoy es imposible. Los partidos producen la señal de sus mítines, la editan y la entregan a las televisiones al mismo tiempo que impiden el acceso de las cámaras.
Desde la campaña de 2004 el control de los partidos sobre la imagen ha aumentado. Entonces se impuso el modelo de sustituir las cámaras de las televisiones por las de los propios partidos.
Los políticos controlan la imagen al milímetro y entregan a las televisiones sobre la hora de los telediarios piezas editadas y cerradas, con planos escogidos e incluso se emplean escenarios virtuales para que los mítines parezcan siempre llenos y con militantes jubilosos.
El mensaje político llega a las televisiones sin capacidad de reacción. Los profesionales denuncian que los responsables de las cadenas están encantados de ahorrarse los costes de horas de grabación y de transmisión.
Ninguna de las televisiones aclara en sus telediarios si las imágenes son propias o han sido proporcionadas por los partidos. Las radios también reciben los cortes de audio producidos y editados por las organizaciones políticas.
Los bloques electorales obligan a las televisiones y radios públicas a emitir tiempos y orden tasado de la información sobre cada partido en campaña.
Para muchos periodistas es una negación del criterio editorial y de la libertad de información. Y así lo harán constar hoy los representantes de las tres organizaciones profesionales y el Comité Profesional de TV3, la televisión pública catalana, cuyos profesionales se niegan a firmar y hacerse responsables de esas informaciones tasadas por los partidos.
La Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) había anunciado la supresión de los bloques electorales informativos, autorizada por el Consell Audiovisual de Catalunya, pero la denuncia de los partidos ante la Junta Electoral ha forzado la protesta de las organizaciones profesionales.
La vuelta a la imposición de las cuotas informativas de los partidos coincide con la decisión de RTVE y TV3 de sustituir los viejos bloques de propaganda electoral gratuita por espacios de 30 segundos. Spots más modernos, fáciles de consumir por la audiencia y que permiten a los partidos consolidar estrategias de imagen más agresivas y difundidas a la vez por la televisión e internet.
Pero el control de los partidos sobre la información y la opinión política no acaba ahí. Las últimas estrategias de los partidos pasan por el control y la inducción de la opinión de profesionales y ciudadanos en las tertulias televisivas y en los comentarios de las informaciones en los medios digitales.
Con las televisiones y las radios repletas de tertulias políticas, los directores de comunicación de los partidos preparan argumentarios para los periodistas e invitados que acuden a esos programas.
Tales argumentarios intentan proveer de datos a los tertulianos y acercar su posición a la de los partidos.
En internet, los comentarios de los medios digitales, las redes sociales y otros instrumentos de participación se llenan con comentarios de personas que a menudo son los cibervoluntarios progresistas del PSOE, los voluntarios populares del PP y el resto de redes de los demás partidos.
Responsables de Comunicación de los grandes partidos, como Óscar López, del PSOE, o Gabriel Elorriaga, del PP, reconocen que las opiniones diseminadas por internet y la estrategia viral de estos voluntarios es más útil que las redes sociales de apoyo o el trabajo directo de los militantes.
Con las estrategias de propaganda viral los partidos intentan llegar a quienes no son militantes ni están convencidos de a quién votar. Información, propaganda y publicidad cada vez más mezclados en las campañas políticas, una situación que muchos periodistas desean cambiar mientras se quejan de la desmovilización de una parte de la profesión y la apatía de los editores y responsables periodísticos.
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