Washington.- El secretario mexicano de Seguridad Pública, Genaro García Luna, defendió hoy en Washington la ofensiva de su país contra el narcotráfico, pero evitó dar plazos para una conclusión de la participación de los militares en esas tareas.
En el tercer y último día de una visita oficial a Washington, el funcionario mexicano destacó los lazos de cooperación con Estados Unidos para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, que, según dijo, es un "tema de corresponsabilidad" entre ambos países.
Su visita se produce en momentos en que la Casa Blanca mantiene presión sobre el Congreso para lograr la ratificación este año de la Iniciativa Mérida contra el crimen organizado, que incluye 500 millones de dólares en ayudas para México y otros 50 millones para Centroamérica.
Durante una presentación ante el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), García Luna detalló los objetivos de la "estrategia integral" contra los narcos, que se apoya en siete ejes y busca, sobre todo, mejorar el alcance con la comunidad.
La presentación, repleta de detalles, sirvió de especie de abecedario sobre cómo operan los narcotraficantes y cómo responde el Gobierno del presidente Felipe Calderón.
García Luna evadió contestar preguntas sobre el tiempo que tomará la profesionalización de la fuerza policial en México, de manera que pueda asumir las tareas que ahora realiza el Ejército.
Sin embargo, reiteró que, entre otras medidas, el plan de profesionalización de la policía incluye la contratación de 3.500 universitarios, la formación de una academia policial, y mejoras de la capacidad técnica y del intercambio de inteligencia y de datos entre la policía municipal, estatal y federal.
Por otra parte, aseguró que las autoridades mexicanas mantienen el control territorial frente a la creciente amenaza de los carteles de la droga.
"No hay un espacio donde no puede estar la autoridad. En todo el país, las autoridades competentes pueden estar, pueden entrar y pueden hacer su trabajo", afirmó el secretario de Seguridad Pública, quien se reunió con funcionarios de alto rango de las principales agencias policiales del Gobierno de EE.UU.
Calderón ha desplegado a más de 25.000 militares a estados particularmente aquejados por la presencia de narcotraficantes y contrabandistas de armas y personas.
Además de contar con la cooperación de Estados Unidos, las autoridades mexicanas también han obtenido apoyo en materia policial de países como Holanda, Chile, España y Colombia, entre otros, dijo García Luna.
Frente al ingenio y una campaña multifacética de intimidación de los narcos, el Gobierno de México se ha trazado una lucha que destaca "un esquema de corresponsabilidad, donde cada quien hace su parte", observó el funcionario.
De hecho, el año pasado, las autoridades mexicanas lograron el decomiso de drogas y dinero en efectivo por alrededor de 5.600 millones de dólares, según fuentes oficiales.
Por otra parte, García Luna se quejó de la publicidad gratuita que generan los narcotraficantes en los medios de comunicación mexicanos con sólo "cometer un homicidio y colgar un letrerito", frente al enorme costo que supone para el Gobierno la campaña de prevención del crimen.
La narcoviolencia dejó al menos 2.500 muertos el año pasado y se ha convertido en uno de los principales retos del mandato de Calderón.
Armand Peschard Sverdrup, analista del CSIS, consideró que a México "no le queda más opción que apoyarse en el Ejército para compensar la falta de un cuerpo policial fuerte".
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