La llegada de Clara Rojas -con hijo incluido-, de la mano de La Fundación Víctimas Visibles y la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), ha creado una gran expectación. Aunque la ex candidata a la vicepresidencia de Colombia ha coincidido con la embajadora de su país, Noemí Sanín, en el avión, ningún miembro del cuerpo diplomático ha ido a recogerla.
Está claro. Clara Rojas no está aquí de visita oficial, sino invitada por dos fundaciones presididas por el ex presidente del Gobierno José María Aznar: Faes y Víctimas Visibles. La de Rojas va a ser una semana ajetreada.
Clara Rojas va a coincidir en Madrid con su presidente, Álvaro Uribe, en plena gira por Europa para vender su estrategia de "mano dura" y para pedir que las FARC sigan siendo terroristas. Después de reunirse con el presidente francés, Nicolás Sarkozy, hará un parada técnica en España de camino a Davos (Suiza), aunque no se sabe si coincidirán en algún momento.
Uribe es un incondicional de Aznar y sus FAES. Ambos mandatarios han organizado encuentros a los dos lados del charco para dejar clara su idea de que "todos lo terrorismos son iguales" y que ETA y las FARC son la misma cosa.
Rojas ha aparecido ante el mundo como "la mujer de hielo", que apenas derramó una lágrima tras ser liberada por la guerrilla después de seis años de cautiverio. La amiga incondicional de Ingrid Betancourt sonrió mientras abrazaba a sus familiares, no perdió la compostura cuando explicó a los medios su experiencia en la selva, y permaneció impasible y tranquila mientras las cámaras eran testigos de sus primeros momentos con su pequeño Enmanuel.
De su boca no ha salido nunca la palabra "terrorista", a pesar de que el mundo entero se ha mostrado ávido por saber su opinión sobre las declaraciones del presidente venezolano, Hugo Chávez, que pidió a la comunidad internacional que sacara a las FARC y al ELN de la lista de grupos terroristas. Su papel de víctima del terrorismo esta semana es pues un enigma. ¿Seguirá defendiendo el intercambio humanitario en un foro que se ha mostrado radicalmente contrario a negociar con "terroristas"?
La segunda liberada, Consuelo González de Perdomo, se ha desmarcado del evento, evitando así situaciones incómodas. Defensora acérrima del canje humanitario y del papel de Chávez como mediador, la ex senadora ha preferido volver a su pueblo natal a descansar junto a su familia.
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