La vida de Emmanuel, de la selva a la crónica internacional

Emmanuel pasará a la historia como víctima de unas de las acciones más crueles de las Fuerzas Revolucionarias Colombianas (FARC). Su madre, la abogada Clara Rojas, fue secuestrada junto a Ingrid Betancourt en febrero de 2001. En julio de 2004 el pequeño viene al mundo en medio de la selva y en unas condiciones de salubridad lamentables. Durante la cesárea uno de sus brazos es fracturado. El padre es, al parecer, un guerrillero de las FARC.

Fue el policía John Frank Pinchao, que permaneció secuestrado durante nueve años y logró fugarse de la guerilla, quien confirmó el nacimiento del bebé, al asegurar que lo había visto un par de veces.

Ante los graves problemas de salud que el pequeño sufrió desde su nacimiento -un brazo roto, úlceras cutáneas, diarrea severa y paludismo - el primer frente de las FARC lo entrega a José Crisanto Gómez, un hombre dedicado a la construcción en la región selvática de Guaviare. Los miembros de las FARC le aseguraron que regresarían a por el niño cuando éste mejorase de sus enfermedades. Nunca lo hicieron.

Los meses pasaron pero la salud de Emmanuel no mejoró. Es entonces cuando Gómez se llevó al niño a un hospital, desde donde los médicos alertaron a los servicios sociales colombianos ante los signos de desnutrición, abandono y maltrato.

Desde aquel día Emmanuel ha estado bajo la tutela del Instituto para el Bienestar Familiar.

Cuando Gómez, amenazado por las FARC, quiso recuperar al niño, ya era demasiado tarde porque había sido trasladado a Bogotá. Ante el miedo a las amenazas y en medio de las expectativas por la entrega de Clara Rojas, su hijo y Consuelo González de Perdono, el albañil pidió la protección del Estado y contó la verdad de lo sucedido.

Unas pruebas de ADN han demostrado que el pequeño bajo la tutela de los servicios sociales es el hijo de Clara Rojas y que no se encuentra en manos de la guerrilla. Esta mentira ha supuesto un gran descrédito internacional para las FARC. En la negociación para la entrega de los tres cautivos participaron delegados de quince países, coordinados por el presidente de Venezuela Hugo Chávez y el ex presidente de Argentina Nestor Kirchner.