Bruselas.- Los líderes de la Unión Europea (UE) acordaron hoy profundizar en la política migratoria común para gestionar la inmigración de forma "legal y ordenada" y luchar contra la explotación de las personas en situación irregular.
Los Veintisiete reiteraron en una cumbre en Bruselas que la inmigración es un asunto que se debe abordar de forma conjunta, al tiempo que reconocieron el potencial del fenómeno como impulso para el empleo y el crecimiento de la economía.
Asimismo, respaldaron una comunicación de la Comisión Europea (CE) que repasa las medidas adoptadas por la UE y las que están en fase de discusión.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró "muy contento" de que el documento "insiste en la necesidad de que sea una política global de la UE".
"Europa vuelve a reafirmar una prioridad básica: un no a la inmigración ilegal, al tráfico de personas y a la explotación de la inmigración y un sí a la inmigración legal y ordenada como factor demográfico y económico positivo para el presente de la UE", dijo.
En el texto de conclusiones aprobado, los Veintisiete reconocen que "las migraciones pueden incidir significativamente en el potencial de crecimiento y en el incremento del empleo, los mercados laborales, la capacidad de ajuste, la productividad, la competitividad y la hacienda pública".
El presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, destacó el apoyo de la cumbre a un enfoque "integrado" de la cuestión, y afirmó que "si gestionamos bien" la inmigración "podemos beneficiarnos todos", tanto países receptores como emisores de inmigrantes.
Una de las propuestas más avanzadas en materia de inmigración es la conocida como "tarjeta azul", un permiso de residencia en la UE para inmigrantes altamente cualificados en sectores en los que los Veintisiete necesitan mano de obra, como el aeronáutico.
Pese a que Alemania y Austria tienen sus reservas al respecto de esta política, la mayoría de los Estados miembros parecen dispuestos a aceptar que el cupo de inmigrantes cualificados no dependa de Bruselas, sino de las necesidades de cada país comunitario.
Otra propuesta que cuenta con amplio consenso es el aumento de las sanciones a empresas o personas que den trabajo a personas con residencia irregular, que los Veintisiete quieren que se materialice en una proposición formal en 2008.
Con el mismo objetivo de combatir la inmigración ilegal, los líderes europeos dieron hoy su visto bueno a una propuesta sobre una política de retorno de inmigrantes común, que ya recoge una propuesta de directiva que se espera aprobar durante el próximo año.
Esta normativa tiene el objetivo de unificar las diferentes normas nacionales sobre el retorno de nacionales de terceros países que residen ilegalmente, de forma que se establezca un estándar de derechos mínimos.
Por otra parte, se mostraron a favor de seguir trabajando hacia un procedimiento común de asilo que entre en vigor, a más tardar, en 2010.
Esta política común en materia de asilo podría implicar que, una vez aceptada la solicitud en un Estado miembro, el demandante de ese derecho pudiera desplazarse por todo el espacio Schengen, que a partir del próximo 21 de diciembre se amplía a nueve de los diez Estados que entraron en la UE en 2004 - todos salvo Chipre.
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