Alcohol y rock & roll, pero de Chanel

En el año en que Chanel está de actualidad por unos motivos o por otros, es un excelente momento para analizar cómo una de las firmas clásicas de alta costura de todos los tiempos se renueva con sangre fresca cada temporada. Y nunca mejor dicho, ya que su Director Creativo, Karl Lagerfeld, no para de abrir nuevos horizontes de compradores para su maison, de ahí que intente ampliar su público más allá de las Carmen Lomanas habituales. Las jóvenes adineradas con ganas de parecer mayores y elegantes son su último objetivo a seducir, y lo está consiguiendo poniendo como abanderadas a las nuevas celebrities que más dan que hablar por unos escándalos, unos buenos discos o lo que sea. La última, Lily Allen.

(Chanel)

Lily Allen convertida en princesa Chanel.

La cantante ha seguido el clásico procedimiento que sigue el Kaiser para apadrinar a sus nuevas musas. Primero las tienta haciéndolas fijas de sus colecciones, así consigue que siempre lleven sus creaciones encima. Después, se las lleva sus desfiles y fiestas para, por último, terminar por hacerlas imagen de alguna campaña en concreto.

Su próxima 'víctima' va a ser Emma Watson, pero aún está por ver. Entre unas y otras se le ha visto tantear a algunas como Lindsay Lohan, compañera de correrías de Allen. También hizo la táctica de invitarla a los shows y hasta se inspiró en su cacharrito de la libertad condicional para crear unos accesorios, aunque finalmente salieron partiendo peras. Otra que tampoco llegó a protagonizar nada fue Avril Lavigne, con quien coqueteó hace algunos años y a la cual colmó de agasajos, aunque todo quedara en agua de borrajas.

Amy Winehouse también le sirvió de musa hace unas temporadas, concretamente, su moño. Lo utilizó en la campaña de la colección y también para el desfile, aunque tuvo el buen tino de no intentar contratarla para nada más viendo lo visto. Las hermanas Olsen, usuarias de Chanel de toda la vida, también han acompañado a Karl en algunas ocasiones, pero ellas tienen bastante con ser imagen de sí mismas. No nos olvidemos tampoco de Keira Knightley y su célebre pecho creciente en aquella campaña de Coco Mademoiselle.

Definitivamente, Chanel, Lagerfeld y su equipo de marketing quieren quitarse de encima la imagen rancia de anteriores modelos celebrity para rejuvenecer a la firma. Y, atendiendo a las elecciones de Lily o Amy Winehouse, de darle un toque canalla para todos los públicos. ¡Eso sí que es visión de futuro!