Italia, escenario común de obras ganadoras del Premio Iberoamericano de Narrativa

Madrid.-  Italia se ha convertido casualmente en el escenario común de las obras ganadora y finalista del III Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casa América, al ambientar la colombiana Ángela Becerra "Ella que lo tuvo todo" en Florencia y el mexicano Pedro Ángel Palou "El dinero del diablo" en el Vaticano.

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(EFE)

Los escritores Ángela Becerra (i) y Pedro Ángel Palou, ganadora y finalista, respectivamente, del Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica 2009, durante la presentación de sus obras galardonadas, junto a la periodista Angeles Caso.

En la presentación de los libros hoy en la Casa de América, el director de Planeta, Carlos Reves, destacó que además de la dotación económica de los premios -la mayor de las letras hispanoamericanas- su principal mérito es la difusión de las obras simultáneamente en veintidós países, algo "poco habitual".

La "madrina" del acto, la periodista y escritora Ángeles Caso, ubicó la obra de Ángela Becerra dentro de la "novela psicológica", al adentrarse -dijo- en el alma de Ella, una mujer que sufre la desaparición de su marido y su hija en un accidente y que debe luchar contra su culpa, contra el dolor por la irreparable pérdida y contra su deseo de "desaparecer también de la vida".

Para Ángeles Caso, "El dinero del diablo" es un "thriller apasionante", ya que, dijo, "seamos creyentes o no formamos parte de una sociedad básicamente cristiana en la que la Iglesia y su cabeza visible, el Papa, "es una institución en todos los sentidos, incluido el económico".

La colombiana Ángela Becerra recalcó la "seducción" que siente por Florencia desde que era una niña, momento en el que se enteró de que cincuenta y cuatro millones de libros habían desaparecido o resultado dañados con el desbordamiento del río Arno, eje central de una novela que, según su autora, le costó escribir porque sabía "que me exigiría estar en soledad".

La soledad, la pederastia o la conciencia persiguen continuamente a la protagonista allá dónde va, y dan fe de la "frágil línea que separa la locura de la cordura", límite que la escritora bordea a lo largo de toda la obra, cargada de simbolismos.

Becerra llegó a tener tal grado de compenetración con el personaje creado por ella que asegura que al final acabaron pactando el ritmo de la novela entre ambas, "porque al principio me exigía un ritmo distinto del que yo estaba dispuesta a imprimirle".

La nota sentimental del acto la puso una joven que agradeció a la escritora ser "la mejor embajadora" de Colombia con sus libros, a lo que la autora respondió que todos los países tienen su parte buena y mala, y aunque la "sombra" de su país -dijo- "ha sido muy alargada", la parte buena "es la que yo trato de reflejar en todas mis obras".

Por su parte, el mexicano Pedro Ángel Palou indicó que "El dinero del diablo" arranca con la beatificación de Pío XII, y precisó que está basado en testimonios de "espías" que han trabajado en el entorno del Vaticano y que le han proporcionado información, aunque ello le ha costado, según el autor, algunas amenazas.

Palou calificó su obra como "ficción documental", aunque aclaró que los documentos que aparecen extractados sobre el Vaticano son reales, y a la pregunta de si el Vaticano actual es un sitio tan lleno de intrigas como él lo retrata contestó que el piano que utiliza habitualmente el Papa actual es un regalo de Hitler a Pío XII.