¡Mira quién trinca!

Los contribuyentes no podemos saber cuánto cuesta '¡Mira quién baila!', el programa que, en una nueva edición, arrancó ayer en TVE. La productora privada Gestmusic no suelta prenda. La corporación pública, tampoco. Hacen bien: el español es curioso de más, cuando no directamente cotilla. Empezamos queriendo saber lo que nos cuesta un programa de la televisión pública y terminamos preguntando cuánto cobra el presidente del Ente.

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(EFE)

Los concursantes de'Mira quién baila!': Elizabeth Reyes, Julio Salinas, Ana Obregón, Ortega Cano, Vicky Martín Berrocal, Jorge Cadaval, Terelu Campos y Manuel Banderas (de izquierda a derecha)

En su día, los ideólogos de la nueva televisión pública se apresuraron a desvelar que los prejubilados cobrarían el 92% del sueldo. Bien hecho: toda España tenía derecho a saber que, además de viejunos, trincones. Pero ¿a quién le importa lo que cobra Vicente Vallés, la sangre nueva de TVE, uno de esos jóvenes con desbordante talento elegidos para sustituir a los decrépitos trabajadores que estaban hundiendo nuestra querida tele? ¿O cuánto se lleva Gestmusic, la empresa de los miembros de La Trinca, produciendo este casposo, decrépito y abochornante '¡Mira quién baila!'?

Así las cosas, lo que sugiere la razón es que curiosos y cotillas nos movamos por aproximación: si Carmen Martínez-Bordiú cobró en la edición del 2006 alrededor de 48.000 euros semanales… ¿Qué menos que 50.000 euros para una Ana Obregón que, además de tener el árbol genealógico libre de dictadores genocidas, posee un carrera universitaria? Y supongo que otros tantos para Ortega Cano, un torero en la cumbre de su carrera. Y qué decir de Terelu Campos, presentadora en paro. Aunque el más económico será Julio Salinas, por aquello de las dos nóminas: además de bailón en TVE, comenta el fútbol en La Sexta.

Un chollo. Son precios de saldo, de verdad. Sobre todo si pensamos que estamos hablando de primerísimas figuras del mundo del arte. Y la solidaridad: "Estamos ayudando a fundaciones, a asociaciones… es un programa blanco", asegura Ana Obregón, imaginaria gerente de la Fundación Ana Obregón.

Así las cosas… ¿Es moralmente aceptable cuestionarse el precio de '¡Mira quién baila!'? Hay preguntas que uno no debe hacerse. Un ejemplo: ¿Por qué durante una ola de atentados etarras, el Donosti del festival de cine parece el lugar más seguro del planeta? Misterios de la humanidad. No será por películas como 'Tiro en la cabeza', un tueste de proporciones descomunales dirigido por Jaime Rosales.

Primo Levi para una peli tan ambigua como la de Rosales

'Tiro en la cabeza' cuenta de forma espesa la historia del etarra que asesinó a dos guardias civiles en el aparcamiento de un centro comercial francés. La cinta se estrenaba sólo unas horas después del último atentado mortal de ETA. Pues ni por esas. El público reaccionó de manera gélida: cuatro pitos, tres zapatazos y dos aplausos.

(EFE)

Jaime Rosales

¿Las razones del fiasco? Utilizar el 90% de la duración de la cinta para transmitir una idea: los etarras son gente que lleva una vida normal. Tienen amigos, van a los bares, se hacen la cena, follan… En el 10% del tiempo restante, los diez minutos finales, matan, huyen y le dan palmaditas en la espalda a la mujer a la que roban el coche y dejan atada a un árbol: tienen su corazoncito.

Sopores aparte, 'Tiro en la cabeza' es una película feísta. Es fea la fotografía, los planos, el montaje… Y resulta espeluznante la sustitución de la monstruosidad por la naturalidad. Una austeridad visual, sonora y moral que desemboca en el aburrimiento, primero, y en un siniestro intercambio de damnificados, después. ¿Es una víctima el asesino?

Recupero el libro de Primo Levi que recomendaba ayer para transcribir la premonición inicial, que me parece viene al pelo a una pelí tan… ambigua como la de Rosales:

Si esto es un hombre

Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal.

Pensad si esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas a vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe,
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.