Tres jóvenes serán juzgados en EE.UU. por matar a golpes a un inmigrante ilegal mexicano

Washington.-  Tres adolescentes serán juzgados por matar a golpes a un inmigrante ilegal de México, después de que un amigo de los acusados testificara que la víctima fue golpeada en la cabeza durante una riña.

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(EFE)

De ser declarados culpables, los jóvenes afrontan una pena de entre 20 y 40 años en prisión.

La violenta muerte de Luis Ramírez el mes pasado ha aumentado las tensiones racistas en la ciudad de Shenandoah, a unos 130 kilómetros al noroeste de Filadelfia, y protestas en la puerta de la Corte han provocado un pequeño retraso en la vista preliminar.

El juez de distrito Anthony Kilker determinó que la Fiscalía tenía suficientes pruebas para llevar a juicio a Colin Walsh, de 17 años, y a Brandon Piekarsky, de 16, por los cargos de asesinato en tercer grado e intimidación étnica.

El magistrado desestimó los cargos de asesinato en primer y segundo grado contra los dos jóvenes, lo que significa que no podrán ser condenados a cadena perpetua.

Un tercer acusado, Derrick Donchak, de 18 años, será juzgado por agresión agravada e intimidación étnica, entre otros cargos.

Ramírez, de 25 años, fue atacado el pasado 12 de julio cuando se cruzó en el camino con el grupo de jugadores y ex jugadores de un equipo de fútbol americano de educación secundaria.

Los sospechosos, todos residentes de Shenandoah, jugaron al fútbol americano en la Valley High School.

Donchak, que acaba de matricularse en la Universidad de Bloomsburg, era el quarterback del equipo durante la temporada pasada.

Ben Lawson, un amigo de 17 años de los acusados, testificó el lunes que Walsh golpeó a Ramírez y que Piekarsky después le dio una patada en la cabeza cuando la víctima ya estaba tirada en la calle.

Los abogados de los acusados argumentaron que se trataba de una pelea callejera en la que ambas partes se pegaron.

Crystal Dillman, la prometida de 24 años de Ramírez, describió cómo se acercó corriendo a la escena y vio cómo su novio estaba inconsciente y echando espuma por la boca.

Lawson dijo que había estado bebiendo licor de malta en el bosque junto con Walsh, Piekarsky, Donchak y otros amigos unas horas antes de que se iniciara la pelea.

Otros dos testigos dijeron que observaban la riña desde cierta distancia, pero Lawson fue el único que especificó el papel de cada uno en el ataque.

De acuerdo con Lawson, el grupo de adolescentes se topó por la noche con Ramírez en un parque. La víctima iba acompañada de una chica joven a la que otro amigo, Brian Scully, preguntó si no era un poco tarde para estar por allí.

Ramírez respondió de manera amenazante en español y Scully empezó a insultarle con frases racistas, lo que desató la pelea, según Lawson.

La víctima, que llegó a EE.UU. de manera ilegal hace unos seis años, trabajaba en una fábrica. Su novia, que es blanca y creció en Shenandoah dijo que su prometido, con el que tiene dos hijos, a menudo tenía que aguantar insultos y por eso quería volver a México.