Aranguren recrea el "fascinante" Madrid de la II República en una novela

Madrid.-  Autora de biografías y ensayos, la escritora y periodista Begoña Aranguren irrumpe ahora en la ficción con "Toda una vida", una novela en la que rinde homenaje a "las mujeres precursoras" y que está ambientada en esa "etapa fascinante" de la Historia de España que fue la II República.

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(EFE)

Autora de biografías y ensayos, la escritora y periodista Begoña Aranguren (en la imagen) irrumpe ahora en la ficción con "Toda una vida", una novela en la que rinde homenaje a "las mujeres precursoras" y que está ambientada en esa "etapa fascinante" de la Historia de España que fue la II República.

Aranguren (Bilbao, 1949) reivindica en su novela la figura de Carlos Morla Lynch, embajador de Chile durante la República y la Guerra Civil y por cuya casa desfilaban personajes como Lorca, de quien fue gran amigo; Alberti, Aleixandre, Rosales, Salinas, Dalí, Neruda, Ortega y Gasset, Pepín Bello, Dionisio Ridruejo, Gabriel Celaya, Victoria Kent o Concha Espina.

Morla Lynch dio refugio en la embajada a perseguidos de uno y otro bando durante la guerra y salvó muchas vidas en esos años, entre otras la de Rafael Sánchez Mazas, escritor falangista y posteriormente ministro del primer gobierno de Franco, cuya peripecia se cuenta en la novela "Soldados de Salamina", de Javier Cercas.

Directora del programa "Epílogo", para el que ha entrevistado a más de sesenta personalidades, cuyas declaraciones se emiten después de que hayan fallecido, Aranguren leyó en su día los diarios de Morla "En España con Federico García Lorca" (reeditados en 2008) y tuvo ocasión de conocer al diplomático chileno.

Estaba "en el ocaso de su vida" y le contaba "muchas batallitas", pero la periodista quedó deslumbrada con las historias que le transmitía Morla, con el ambiente de aquellas tertulias literarias que se celebraban en su casa, y decidió trasladar todo aquello a su novela.

Pero en su primera incursión novelística, Begoña Aranguren no se limita a recrear esa "etapa fascinante de la República". "Cuando los españoles, con lo ingenuos que somos, -rememora- creíamos que por fin éramos libres".

La autora de "El fuego que no quema", un libro de conversaciones con su ex marido, el escritor José Luis de Vilallonga, o de "Lucía Bosé. Diva, divina" combina el acontecimiento histórico con la vida de Inés Peñalver, una mujer perteneciente a "la aristocracia más rancia" e hija de un ministro de Alfonso XIII, que en un momento dado decide romper su matrimonio.

Pero separarse no era fácil para ninguna mujer en 1926, y quizá menos si se pertenecía a las clases altas, "porque Inés tenía en su contra a toda una sociedad opresora e hipócrita", afirmaba hoy la autora, que rinde homenaje en su novela a "las mujeres precursoras que, de forma anónima muchas veces, han conseguido pequeños avances, dejándose la piel en el camino".

"En los años 30 era insólito que una mujer rompiera su matrimonio, se fuera de casa, y, encima, se enamorara de otro hombre y rehiciera su vida", decía Aranguren, que hoy reconocía que su faceta de periodista y de biógrafa le ha ayudado "mucho" para su novela.

Aranguren cree que la hipocresía sigue reinando hoy día y asegura que la sociedad española "es cotilla por naturaleza", como reflejan los programas del corazón que abundan en televisión.

"Media España habla mal de la otra media, y eso me da pena porque podíamos ser lo mejor de lo mejor, pero nos estamos quedando en un país chato y mediocre". "No nos merecemos ni la televisión ni los políticos que tenemos", decía.