Radiografía psiquiátrica de las gemelas separadas de Gran Canaria

¿Cómo reaccionaríamos si después de muchos años descubrimos que tenemos un hermano gemelo? ¿Y si la persona con la que hemos compartido la vida no es nuestro padre, nuestra madre o nuestro hermano? ¿Y si un error médico nos arrebata la vida que nos tocaba vivir? Dos gemelas de Gran Canaria saben bien lo que se siente al descubrir a los 27 años cómo un error médico es capaz de poner tu vida patas arriba. Las dos hermanas fueron separadas al nacer por una negligencia en el hospital donde nacieron. Muchos años después, la casualidad quiso que se conocieran, y el drama estalló en las dos familias afectadas.

kazatzka (flickr)

Sin embargo, no todos los protagonistas de esta historia han reaccionado de la misma forma. Mientras que una de las dos supuestas gemelas lo ha encajado mejor y se mantiene junto a su familia; para la otra gemela, su vida se convirtió en un calvario desde que tuvo conocimiento de la realidad, hasta el punto de que cortó lazos con la familia que la crió y ha tenido que recibir asistencia psiquiátrica durante algún tiempo. ¿Cuál es el origen de estas reacciones tan dispares? El psiquiatra Benito Peral nos da unas pistas.

Negación de la realidad

Las afectadas no han querido hablar con la prensa. Sin embargo, gracias a sus abogados hemos podido tejer los detalles de esta historia y averiguar cómo se sienten sus protagonistas, que piden más de cuatro millones de euros a la Administración por los daños morales causados. Las mujeres coinciden en que preferirían no haber sabido nunca la realidad.

Tal es el shock que provocó en sus vidas conocer la verdad que, aunque las dos mujeres se encontraron por primera vez en el año 2001, no se realizaron la prueba de ADN que determinó que éstas eran gemelas idénticas hasta tres años más tarde, en 2004. "La incertidumbre y un cúmulo de casualidades le crearon un cuadro serio de ansiedad que le obligó a someterse a la prueba", explicó Sebastián Socorro, abogado de la gemela separada de su familia. Según el letrado, ante "el terror de conocer lo que iba a pasar, no quiso someterse a dicho examen médico".

Benito Peral explica que es muy difícil establecer un diagnóstico sobre las gemelas y sus familiares ya que sobre estos casos, al ser poco comunes, "no hay estudios rigurosos". "Poco se sabe porque estas cosas no suelen ocurrir y, si ocurren, nunca llegan saberse", reconoce el psiquiatra.

No obstante, tiene claro que, como las propias gemelas han indicado, "hubiera sido preferible que no se hubieran enterado nunca de la realidad". Según Peral, "hay que tener en cuenta que la biología juega un papel menor en el proceso de identificación". Esto se explica porque el ser humano es biosicosocial y, de acuerdo con el psiquiatra, "la biología es un aspecto importante, pero sólo una parte de la vida". De ahí que "lo psicológico y lo social nos condicione tanto como nos condicionan los vínculos biológicos familiares".

Rechazo a los padres

Según esto, no tiene mucho sentido la reacción de la gemela separada de su familia, con la que ha cortado lazos familiares. Según Sebastián Socorro, su defendida no acepta que se le haya "privado de relacionarse con su familia biológica". Además, según Socorro, esta mujer no es capaz de llamar a su madre biológica "mamá".

Benito Peral opina que la ruptura familiar es una reacción poco común, que "sólo puede explicarse analizando la situación previa que estas vivían". Según él, "si uno no quiere ver a sus padres es porque la dinámica familiar ha sido tremendamente hostil ya que no hay nada reprochable en la actitud de los padres, que también han sido víctimas de este error". Peral lo compara con el caso de personas adoptadas, en las "sí se puede achacar porque le han ocultado una realidad".

En cualquier caso, para Peral, el origen del conflicto radica en "la importancia que le dé cada persona a la genética". Esta es la idea en la que el insistiría si tuviera que tratarlas ya que según cuenta, "desde el punto de vista psiquiátrico, la identidad no la otorga la bióloga, sino la identidad y la convivencia".

Relación entre gemelas idénticas

Por otro lado está la relación entre las dos hermanas que resultaron ser gemelas idénticas con una similitud del 99,99%, que ha resultado ser bastante buena. ¿Cómo puede ser que una de ellas haya cortado vínculos con su familia y sin embargo mantenga una buena relación con una persona a la que acaba de conocer?

Benito Peral tiene la respuesta. Las de Gran Canaria son gemelas univitelinas, es decir, que la genética que comparten es exactamente la misma. "Eso les hace tener un carácter muy similar, explica el psiquiatra. Para él, dos gemelos idénticos "aún siendo educados en entornos muy diferentes, tendrán un carácter y una psicología muy parecida porque hay una parte muy genética en esos rasgos". De hecho, Peral opina que, al ser idénticas "sintonizarán muy bien, es probable que se hagan amigas y establezcan un nexo muy rápido".