Un Cabo dice que hubo "negligencia" de superiores en las muertes de la fragata Extremadura

Ferrol.-  El cabo primero de la Armada Jorge Miguel Gago sostuvo hoy, en declaraciones a Efe, que el accidente mortal en la sala de calderas de la fragata "Extremadura" que acabó con la vida de dos marineros el 19 de diciembre del 2005 "pudo haberse evitado" y acusó a sus superiores de "negligencia".

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(EFE)

El cabo primero de la Armada Jorge Miguel Gago sostuvo hoy, en declaraciones a Efe, que el accidente mortal en la sala de calderas de la fragata "Extremadura" que acabó con la vida de dos marineros el 19 de diciembre del 2005 "pudo haberse evitado" y acusó a sus superiores de "negligencia".

Gago, acudió hoy a declarar por tercera vez y se ratificó en su primer testimonio ante el juez instructor del Tribunal Togado Militar número 41 de A Coruña, que desde 2006 se ocupa de las diligencias previas del caso, después de que la familia de los marineros Erik Noval y Francisco Pérez Castrillón interpusieran una denuncia por los sucesos que acabaron con la vida de los dos militares.

Gago, que comparece en calidad de testigo, defendió ante el juez su declaración, documento al que tuvo acceso Efe, en la que sostiene que la noche del siniestro alertó reiteradamente a sus superiores "hasta en seis ocasiones" del nivel de contaminación que se detectó en la sala de calderas del buque, donde llevaba cuatro años y medio trabajando, con niveles de cloro de entre "11 y 12 en popa y proa, cuando el máximo es 1,6".

El militar ferrolano, con 14 años de carrera al servicio de Marina y varias condecoraciones, asegura que durante los días posteriores desapareció del buque la tablilla de valores, donde quedaban reflejados esos índices contaminantes, además de "diverso material informático".

En su opinión, estos hechos sirvieron "de tapadera y complot" para ocultar "la negligencia del Jefe de Máquinas y de los suboficiales que habían sido advertidos del peligro ante varios testigos".

En opinión de Gago, tendrían que haberse apagado los motores de la fragata, que en aquel entonces llevaba tres décadas al servicio de la Armada y actualmente de baja en el servicio, para evitar el accidente que se llevó la vida "de dos amigos".

"Me prohibieron decir nada, a mí y a toda la dotación de la "Extremadura" esa noche del 19 de diciembre del 2005. Nos prohibieron hablar del tema con la prensa e incluso con nuestra familias", aseguró hoy el militar, de baja por depresión y ansiedad.

Esta misma semana denunció "represalias" por parte de sus superiores y de varias "manos negras" para tratar de "tapar" sus apariciones en la prensa, a raíz de la instrucción del caso, y asegura que durante un año y medio estuvo a la espera de destino pese a haber solicitado una decena distinta.

"La Marina es una institución cerrada. Soy el primer cabo que declara en contra de la Armada, pero no tengo miedo. Eran mis amigos, lo hago por su honor y dignidad", manifestó.