La alerta roja se mantiene mientras el Tungurahua arroja humo y fuego

Cotaló (Ecuador).-  La alerta roja se mantiene en las zonas de mayor peligro del volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, cuyo cráter arroja nubes de ceniza y ríos de material ígneo, lo que ha obligado a la evacuación de alrededor de 1.500 personas, sin que hasta el momento se hayan registrado víctimas.

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(EFE)

Imagen del volcán Tungurahua del pasado martes 6 de febrero cuando arrojó cenizas y rocas incandescentes.

La principal carretera que cruza las faldas del volcán, que une Ambato, la capital de la provincia de Tungurahua, con Baños de Agua Santa, la mayor localidad turística de la zona, ha sido cerrada como medida de precaución, y también la carretera que une a Baños con la Amazonía.

Militares y policías han recorrido hoy las aldeas que se encuentran en las zonas de mayor riesgo en las provincias de Tungurahua y Chimborazo para evacuar a los habitantes que quedaban en el área, pero se han encontrado con la oposición de algunos, que se negaron a salir de sus casas.

Un oficial del Ejército dijo a Efe en el caserío de Bilbao que la evacuación era voluntaria y que no habían recibido órdenes de obligar a salir a los pobladores que se negaran, que consideran que al abandonar sus pueblos les pueden robar su ganado y enseres, como ha sucedido en otras ocasiones.

El alcalde de Penipe, en la provincia de Chimborazo, Juan Salazar, dijo a Efe que la situación es "muy grave desde el mediodía de hoy. El volcán suelta mucha candela y piroclastos (material ígneo), por lo que hemos evacuado unas mil personas en zonas de riesgo del municipio".

Salazar ha reiterado que en su municipio se obligará por la fuerza a evacuar a las personas que se encuentren en las zonas de mayor riesgo para evitar que se repita lo sucedido en la erupción de agosto de 2006 en la aldea de Palitahua, que forma parte de Penipe, donde murieron seis personas al no abandonar su pueblo.

Desde el mediodía de hoy, el volcán inició una nueva fase de intensa actividad eruptiva, con cañonazos y bramidos constantes, y, según el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, emitió una columna de cinco kilómetros de altura con cascajo y alto contenido de ceniza, que cayeron en diversos lugares.

La actividad sísmica se caracteriza por una vibración o tremor volcánico que ascendió durante una hora y luego retornó a niveles moderados y se mantuvo continua, según el observatorio que el IG tiene en Guadalupe, a 12 kilómetros en línea recta del cráter.

En el cráter del volcán, que permaneció cubierto de nubes durante el día y se despejó al anochecer, se pudo observar material magmático en superficie y la expulsión de flujos piroclásticos.