Un juez federal sopesa si inicia una investigación sobre la destrucción de cintas de la CIA

Washington.-  Un juez federal en Washington sopesa si inicia una investigación sobre la destrucción de cintas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que presuntamente mostraban actos de tortura, mientras la Casa Blanca intenta evitar esa pesquisa.

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(EFE)

Activistas disfrazados protestaron hoy a las afueras de un tribunal de Washington, en donde un juez federal analiza si la CIA incurrió en obstrucción de la justicia al destruir videos sobre interrogatorios a sospechosos de terrorismo.

Aunque hoy no tomó una decisión al respecto, el juez Henry Kennedy escuchó los argumentos del Gobierno, que prefiere que sea el Departamento de Justicia el que investigue la eliminación de las cintas en noviembre de 2005, y los de la defensa de tres presos yemeníes en Guantánamo, que exigen la intervención del tribunal.

Kennedy no precisó la fecha en la que decidirá si intervenir o no en el caso, aunque se mostró abierto a la posibilidad de permitir que el Departamento de Justicia investigue los pormenores del asunto.

"¿Por qué no habría de permitirlo?", se preguntó el magistrado, quien se mostró renuente a intervenir en investigaciones criminales que, por ley, debe realizar el Departamento de Justicia.

Fue el propio Kennedy quien pidió, cinco meses antes de que desaparecieran las grabaciones, que se preservase toda prueba o información sobre abusos y tortura presuntamente cometidos contra los prisioneros en la base naval de EE.UU. en Guantánamo (Cuba).

Su decisión es clave para determinar si se cometió un delito con la destrucción de las cintas de la agencia de espionaje, que mostrarían interrogatorios con métodos coercitivos contra dos presuntos miembros de Al Qaeda, Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri, en 2002.

Un abogado de los yemeníes, David Remes, insistió en que la destrucción de las cintas sugiere que la CIA desobedeció las órdenes del tribunal.

Agregó que así como se destruyeron esas cintas, cabe la posibilidad de que el Gobierno de Estados Unidos haya destruido otras pruebas sobre el maltrato de los prisioneros en Guantánamo.

Remes destacó la importancia de investigar la desaparición de las grabaciones, debido a que, bajo coacción, los dos sospechosos que allí aparecían posiblemente implicaron a los tres yemeníes en actos de terrorismo.

Para el abogado, el que nada debe nada teme y el tribunal debe llegar al fondo de la verdadera motivación para destruir las cintas.

Por su parte, un abogado de la Casa Blanca, Joseph "Jody" Hunt, insistió en que Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri no estaban en Guantánamo cuando el juez Kennedy dio la orden de preservar las pruebas, y que estos fueron trasladados allí en septiembre de 2006.

Consideró que el paradero de las cintas no está relacionada con el caso contra los yemeníes porque, a su juicio, es "inconcebible" que las grabaciones demostrasen maltrato de los detenidos en Guantánamo.

Hunt recordó al magistrado que la CIA y el Departamento de Justicia ya han iniciado una investigación conjunta sobre las cintas y sobre si se violó la orden del juez, por lo que no sería "aconsejable" la intervención del tribunal.

No está claro lo que hará el juez Kennedy si se determina que la CIA violó su orden al destruir las cintas.

La revelación de la destrucción de las cintas desató una tormenta política en Washington, ya que los legisladores demócratas han acusado a la CIA de encubrimiento para ocultar la verdad sobre el maltrato y posible tortura de los detenidos.

La CIA asegura que destruyó las cintas para proteger la identidad de los agentes involucrados en esos interrogatorios.

El asunto también está vinculado con el presunto uso de la asfixia simulada como método de presión contra los detenidos, lo que ha sido denunciado por grupos defensores de los derechos humanos.

Se trata de la primera audiencia en la que abogados del Gobierno aparecen en público y bajo juramento sobre el asunto de la destrucción de las cintas, que además es objeto de investigaciones en el Congreso de EE.UU.