Maputo.- Mozambique inicia hoy un período de reflexión de 48 horas para las elecciones que celebrará el miércoles, los cuartos comicios generales de su historia, en los que se elegirá al presidente y los 250 diputados de la Asamblea Nacional.
Casi 10 millones de electores, de los 22 millones de habitantes del país, elegirán también -por primera vez desde que se instauró el sistema multipartito, al finalizar la guerra civil en 1992- a los diputados de las diez asambleas provinciales, con excepción de la de Maputo, aunque la capital tiene estatuto de provincia.
Organizaciones religiosas, de la sociedad civil y sindicales han pedido a los mozambiqueños que mantengan la calma durante las votaciones y a los partidos políticos que respeten la decisión final del sufragio, que anunciará la Comisión Nacional de Elecciones.
Tres candidatos se presentan a la Presidencia, Armando Guebuza, actual jefe del Estado y aspirante del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), Afonso Dhlakama, de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (RENAMO), y Daviz Simango, del Movimiento Democrático de Mozambique (MDM), escindido de la RENAMO en septiembre de 2008.
Guebuza, un empresario de éxito y político de larga trayectoria en el partido gubernamental, natural de la provincia de Nampula, en el norte de Mozambique, es el claro favorito, especialmente tras la división de la oposición.
Dhlakama, aunque con un importante número de votos, ha perdido, al mando de la RENAMO, las tres anteriores citas electorales, en 1994 y 1999 frente Joaquín Chissano y en 2004 frente a Guebuza, que han encabezado al FRELIMO, que gobierna el país desde la independencia de Portugal, en 1975.
La incógnita de estas elecciones será Simango, quien tendrá que demostrar si, a nivel nacional, puede concitar tanto apoyo como el que le llevó a obtener en las pasadas municipales, de noviembre de 2008, por segunda vez, la alcaldía de Beira, la segunda ciudad y el principal puerto de la región central del país.
Con poco más de un año de existencia, el MDM de Simango se codea ya con el gubernamental FRELIMO y la opositora RENAMO, los dos partidos que han hecho la historia del país desde su independencia, aunque no lo han conseguido sacar de la pobreza.
"Un Mozambique para todos", ha sido el lema de Simango, frente a las promesas de luchar contra la pobreza de sus dos oponentes, en un país que ha tenido un crecimiento acelerado, de cerca de un 8 por ciento de media anual desde el fin de la guerra en 1992, pero donde casi el 90 por ciento de la población sigue viviendo en la miseria.
Aunque la crisis mundial también afecta a Mozambique y su crecimiento este año se espera que no alcance el 5 por ciento, empresas de diversos continentes, entre ellas africanas, latinoamericanas y europeas, tienen proyectadas inversiones en varios sectores, entre ellos el energético, el minero y el forestal.
Más de un millar de observadores nacionales e internacionales, entre ellos representantes de la Unión Europea (UE), Unión Africana (UA) y la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC), supervisarán el desarrollo de las elecciones, para las que se han acreditado unos quinientos periodistas.
Tras la independencia en 1975, el FRELIMO se hizo con el poder, a lo que se opuso la guerrilla de la RENAMO, lo que llevó al país a una sangrienta guerra civil que duró 17 años, en la que murieron más de un millón de personas y que lo dejó devastado, hasta que los rivales firmaron el Acuerdo General de Paz en 1992.
La firma de la paz permitió la celebración de las primeras elecciones generales en el país dos años más tarde, en 1994, que ganó el candidato del FRELIMO, Joaquín Chissano, aunque hubo denuncias de fraude por parte de la RENAMO.
Además de los tres comicios generales celebrados en el país en los pasados 15 años, también se han celebrado elecciones municipales otras tres veces, en las que la mayoría de los consejos municipales quedaron bajo el control del FRELIMO, aunque con núcleos importantes encabezados por la RENAMO.
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