Santiago de Compostela.- La cosecha de uva en Galicia aumentó este año casi un 17 por ciento con respecto al anterior, lo que supuso la recolección de 47 millones de kilos de "excepcional calidad", aseguró hoy el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez.
En rueda de prensa para presentar el balance de la vendimia de 2009, Juárez destacó la "excelente" productividad de la tierra y la calidad de la uva en esta campaña por las buenas condiciones climatológicas y el proceso de modernización e innovación puesto en marcha por los Consejos Reguladores y la Xunta.
Subrayó asimismo el mantenimiento o ascenso del precio de la uva, que depende de muchos factores, entre ellos el de la variedad de la uva y su diferenciación entre autóctona y foránea, pues por ejemplo la del Albariño o Godello llegó a duplicar e incluso triplicar al de las uvas de Jerez o Palomino.
La zona y la calidad marcan el baremo a seguir y así, la uva del Albariño se pagó entre 1,06 y 1,43 euros el kilo; las variedades autóctonas de Godello o Mencía entre 0,75 y 1 euros, mientras que la foránea se pagó entre 0,20 y 0,60 euros.
Precisamente, la inestable climatología en primavera y principios del verano causó "miedo" ante la imposibilidad de recoger uva en buenas condiciones, si bien las altas temperaturas de agosto y septiembre corrigieron la tendencia y dieron pie a uvas altamente productivas y maduras.
Así, Rías Baixas contó con más kilos que las demás, hasta 23,6 millones, un 18,7 por ciento más, mientras que Monterrei experimentó el mayor incremento porcentual en relación a la cosecha de 2008, con un 51,5 por ciento más y 2 millones de kilos.
Con respecto al resto de Denominaciones de Origen, la del Ribeiro fue la única que descendió, lo hizo un 0,5 por ciento al cosechar 10,3 millones de kilos; Valdeorras obtuvo 5,7 millones, un 23,2 por ciento más; y la Ribeira Sacra 5,2 millones, un 32,5 por ciento más.
De ahí que la calidad de la uva gallega suscite "interés" dentro y fuera de España, lo que le permite continuar una "evolución ejemplar", añadió el conselleiro.
Para asentar esta tendencia de calidad, la Xunta continuará trabajando en la reconversión del sector e implementando el aspecto estructural de las viñas, eminentemente minifundistas, con el fin de hacerlas más extensas y ganar en significación en cuanto a innovación, con la incorporación de nuevas tecnologías, calidad y productividad, así como en los canales de comercialización.
En este sentido, abogó por incorporarse a mercados exteriores emergentes, para lo que la Xunta ha puesto en marcha ayudas de las que ya se benefician varias denominaciones de origen gallegas que tratan de promocionarse y diversificar su mercado.
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