El Sucre avanza como una propuesta "modular y portable" para América Latina

Quito.-  El Sistema Único de Compensación Regional (Sucre), una moneda virtual de comercio creada el pasado 17 de octubre por la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), avanza como una propuesta "modular y portable" para Latinoamérica.

Así lo aseguró hoy a Efe el comisionado del Gobierno de Ecuador para la creación de la Nueva Arquitectura Financiera Regional, Pedro Páez, quien es también uno de los mayores impulsores del Banco del Sur y del Sucre.

El Sistema Único es como "una tarjeta de crédito que se abren los bancos centrales, unos a otros, y cuando se tiene una tarjeta de crédito no se está renunciando al dinero en efectivo que se tiene en el otro bolsillo", explicó Páez.

Por ello, la propuesta, elaborada por Ecuador, supone "un diseño modular y portable", que se puede adaptar a las necesidades de los países latinoamericanos y que representa una alternativa de "comercio justo", en un marco de crisis internacional, comentó.

El proyecto es "modular, en el sentido de que puede empezar con lo mínimo, tal como lo hacemos ahora, y gradualmente ir incorporando nuevas dimensiones, porque es un esquema muy flexible que puede crecer en sí mismo" y que puede convertirse en "un aporte muy interesante a las necesidades de desarrollo" de los países.

Además, señaló que es "portable, en el sentido de que puede plegarse en distintos marcos: puede hacerse en el marco de la ALBA, en el marco de la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración) y puede hacerse, por ejemplo, en la relación con la Unión Europea".

"Hemos planteado que uno de los elementos de la negociación UE-América Latina debería incluir un sistema de compensación de pagos (...), que permita fomentar otro tipo de comercio, un comercio justo y no el libre comercio y la insensatez de las presiones trasnacionales que hasta ahora hemos conocido", manifestó.

Además, precisó que el Sucre es "un mecanismo voluntario, competitivo; no es compulsivo, no es obligatorio y, sin embargo, está diseñado para tener una cantidad de incentivos", atractivos para "nuevos actores, nuevos productos, nuevos mercados".

Para Páez, el hecho de que Ecuador tenga su economía totalmente dolarizada desde el año 2000 no supone una incongruencia, ya que el Sucre, para él, representa una alternativa en tiempos de crisis.

La crisis "está planteando un reto gigantesco, porque se está definiendo una trampa de liquidez de mediano plazo a nivel internacional, en la que los canales tradicionales de circulación de liquidez y de crédito, están bloqueados", añadió el economista.

Ese bloqueo, dijo, se debe a la "irresponsabilidad, la incompetencia, la corrupción de los países centrales, de los grandes financistas y de sus lacayos".

Por ello, "lo que tienen que hacer nuestros países es generar innovaciones institucionales que permitan ahorrar divisas y garantizar el flujo interno de liquidez", apostilló Páez.

Además, aseguró que en un país dolarizado, como el suyo, las divisas que salen para pagar importaciones, "desaparecen de la circulación interna; es decir, deja de haber medios de pago", por lo que se requiere de estrategias que enfrenten esas distorsiones derivadas del sistema monetario basado en el dólar estadounidense.

Páez aseguró que el Sucre es un paso "para la construcción de un espacio de soberanía monetaria regional", aunque ello no supone que Ecuador deba abandonar la dolarización.

"El capitalismo del siglo XXI obliga a repensar una cantidad de temas, es un reto teórico y operativo muy importante", añadió y dijo que el Sucre permitirá, además, "construir un proceso de integración regional realmente sustentable".

Explicó que la próxima semana se efectuarán los primeros ejercicios del sistema de compensación comercial de pagos, "para ver todas las consecuencias del diseño".

"Nuestra idea es que en enero ya puedan empezar las transacciones reales. Ojalá no haya dificultades que estén fuera de nuestro control", comentó Páez.