Button está a sólo seis puntos de su gran objetivo como piloto. El británico tiene suficiente con acabar tercero en el Gran Premio de Brasil para hacerse con su primer título mundial. Su compañero y gran rival, Rubens Barrichello, debe ganar a toda costa y esperar un fallo de Jenson si quiere alargar la emoción del título hasta el nuevo circuito de Abu Dhabi. Para los demás, la de Interlagos será una carrera de trámite, un mal necesario a la espera de un 2010 que todos los equipos —menos Brawn GP— ya empiezan a preparar.
El Gran Premio de Brasil sólo preocupa a tres pilotos: Jenson Button, Rubens Barrichello y Kamui Kobayashi. Los dos primeros se juegan el mundial y están a apenas medio punto de ayudar a su equipo, Brawn GP, a alzar la corona de marcas en su debut en la competición. Para Kobayashi, Interlagos será un sueño hecho realidad. El jovencísimo piloto nipón, que ya debutó en los ensayos libres de Suzuka en sustitución de Timo Glock, volverá a sustituirle en Brasil, pero esta vez todo el fin de semana. El alemán apura su recuperación tras el accidente sufrido durante los ensayos en Suzuka, que le ha dejado secuelas en una vértebra.
La papeleta no será nada fácil para Kobayashi, pero que nadie se sorprenda si sus cronos son competitivos desde la primera sesión. La experiencia en F-1 empezó a ser un factor secundario desde el aterrizaje en McLaren de un tal Lewis Hamilton. El inglés fue el primer representante de la nueva hornada de pilotos del simulador, una generación con muchas horas de vuelo dentro de un monoplaza de mentira y ante una pantalla capaz de reproducir fielmente cada sensación, cada arruga del asfalto de cualquier circuito del planeta.
El trabajo iniciado por Hamilton ya obsesiona hoy día a media parrilla. Nico Hulkenberg, piloto Williams en 2010, hace meses que entrena una vez cada dos semanas en el simulador del equipo en Grove, trabajando en diferentes configuraciones del monoplaza y en el aprendizaje de los circuitos del mundial. El alemán se estrenará en un F-1 de verdad dentro de un mes. Kobayashi hace ya años que hace lo propio en Toyota, pero para él ya ha llegado el gran momento, la ocasión de traspasar la pantalla. Y en esta nueva fase, se dice que no se disponen de muchas "vidas"...
Por lo que respecta a la batalla por el título, Button y Barrichello jugarán un duelo de presiones. El inglés no gana desde Turquía y lleva firmando una segunda mitad de mundial indigna de un aspirante a campeón (no se recuerdan precedentes), pero ya está a sólo seis puntos del objetivo. Su primera mitad de campeonato, aquella en la que los Brawn GP volaban ante la atónita competencia, tiene la culpa. Y es una pena, porque, haciendo el símil futbolístico, este certamen lo va a ganar un equipo que ha jugado la primera vuelta de la liga con 12 jugadores sobre el campo y el árbitro a favor. La prueba está en que, justo cuando Red Bull consiguió copiar el doble difusor de Ross Brawn, el dominio blanco se convirtió en acuciantes problemas de neumáticos. El encargado de salvar la papeleta en esta fase del certamen ha sido, paradójicamente, Rubens Barrichello. El brasileño aparcó al fin un flojo inicio y se arremangó para batallar de igual a igual contra la cada vez más numerosa competencia. Y vaya si lo logró. Button no ha conseguido batirle más que en dos ocasiones (Alemania y Singapur), y aunque es bastante probable que acabe cediendo la corona, el triunfo moral es todo suyo.
Para los demás también existe la posibilidad de alargar una carrera más la agonía. Red Bull y Sebastian Vettel conservan todavía remotas opciones matemáticas de alzarse con sendos entorchados, aunque todo ello pasa por un triunfo rotundo combinado con un fiasco de Brawn GP, circunstancia altamente improbable. Con todo, la victoria parece un buen premio para la escudería austríaca, cuyos altibajos de final de verano le han costado un mejor resultado final.
Para Fernando Alonso, la cuenta atrás hacia el Ferrari de 2010 pasa por un nuevo GP de Brasil con nada en juego. Su mayor objetivo en el trazado que le vio alzar los títulos de 2005 y 2006 pasa por contribuir a que su actual equipo, Renault, conquiste la sexta plaza en la clasificación de marcas, que hoy ostenta Williams. Parecida tesitura para Hamilton y McLaren, que ya tienen a Ferrari a dos puntos, y una tercera plaza equivale a una excelente recompensa en forma económica.
Jaime Alguersuari vivirá en Brasil una carrera especial. El catalán perdió la pasada semana a su abuelo, el periodista Paco Alguersuari, una persona íntimamente ligada a él desde bien joven, como resume en su blog. Paralelamente, Brasil debe servir al barcelonés para reafirmar los primeros brotes verdes de Suzuka, empeñados en la carrera por un accidente con las gomas frías. Su estreno en la Q2 y el buen primer tramo de carrera en Japón han aumentado el optimismo de Jaime, que no ha dejado de elogiar el progreso y apoyo que recibe de su equipo desde que debutó en Hungría.
Por cierto, una de las mejoras que el Toro Rosso de Jaime no disfrutará en Interlagos será el KERS, sistema finalmente descartado para la próxima temporada por la asociación de equipos y la FIA. La pista paulista está hecha a medida para explotar este suplemento de potencia, especialmente en la fuerte subida que asciende desde la última curva hasta la meta. Con ello, McLaren y Ferrari jugarán con ventaja, y no sólo porque podrán ganar décimas preciosas en este tramo, sino que se verán en franca ventaja a la hora de adelantar en la Curva del Sol, uno de los puntos de adelantamiento más claros de toda la temporada.
El domingo ya sólo quedará una carrera para dar carpetazo a una de las temporadas más anodinas de la historia, sólo equiparable al sopor de 1983. Media parrilla piensa en 2010, como prueba el cruce de declaraciones entre Massa y Alonso sobre el caso Singapur 2008. El brasileño ha afirmado que Alonso "sabía lo que estaban tramando Briatore, Symonds y Piquet", acusación a la que Fernando ha respondido con evasivas. ¿Intento de presionar al asturiano? Esto promete, pero quien trata de ganar así al bicampeón español suele acabar mal, ¿verdad Giancarlo?
Los entrenamientos oficiales del GP de Brasil se celebrarán el sábado a las 18h, mientras que el horario de la carrera ha quedado fijado para el domingo a las 19h.
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