Copenhague.- Hungría le aguó la fiesta a Dinamarca, recién clasificada para Sudáfrica, y acabó con su condición de invicta en esta fase en un partido en el que marcó cuando mejor jugaba su rival y luego supo mantener el resultado.
Dinamarca comenzó arrollando a Hungría en los primeros diez minutos: Babos le sacó a Tomasson el balón de los pies dentro del área pequeña y luego Bendtner pifió un remate sencillo cuando ya se cantaba el gol y Enevoldsen mandó fuera el posterior rebote.
Otro tiro de Jakob Poulsen que el portero húngaro mandó como pudo a córner certificaba el claro dominio danés.
Con la clasificación para Sudáfrica en el bolsillo, Dinamarca ofreció su mejor versión, con los dos Poulsen mandando en el centro y moviendo con rapidez el balón a los extremos, en especial a Rommedahl, por cuya banda vino casi todo el peligro local.
El conjunto de Morten Olsen se tomó un respiro para lanzar una nueva ofensiva, con un remate del extremo derecho Enevoldsen, la gran novedad del once inicial, a la media vuelta que Babos desvió en otra gran intervención.
Dinamarca tenía el partido completamente controlado y parecía que el gol era cuestión de minutos, pero Hungría, discretísima hasta entonces, sobre todo en ataque, aprovechó su única oportunidad digna de mención, que Burzsáky culminó con una buena definición.
La efectividad magiar dejó tocada a Dinamarca, que se quedó sin ideas en el tramo final, aunque pudo empatar en un pase atrás del hiperactivo Rommedahl que Vanczák salvó de cabeza ante Bendtner.
Tras el descanso, Olsen echó mano del gigantón Larsen, habitual revulsivo para jugar en punta y mover a las bandas a Bendtner, pero a Dinamarca se le apagaron las luces frente a una Hungría encerrada atrás, pero amagando con un par de contragolpes peligrosos.
Dos tiros lejanos del central Agger fueron la única noticia en ataque de Dinamarca en los primeros veinte minutos.
La salida al campo de Jensen, tras varios meses lesionado, en lugar de Tomasson, cuyo declive es notorio en los últimos tiempos, tampoco aportó mucho a un equipo que cada vez jugaba peor, lo que provocó algunos silbidos del público.
Fueron en cambio los húngaros los que más cerca estuvieron del gol en una contra de libro que Varga envió incomprensiblemente al larguero, solo dentro del área.
Quedaban veinte minutos por delante, pero Dinamarca fue un despropósito y sólo en un duro disparo de Silberbauer, al que respondió de nuevo brillante Babos, recordó que estaba en el campo, mientras que Dzsudzsák perdonó el segundo a puerta vacía.
- Ficha técnica:
0 - Dinamarca: Sørensen; Michael Jacobsen, Agger, Christensen, Lars Jacobsen; Christian Poulsen, Jakob Poulsen; Rommedahl (Silberbauer, min. 71), Tomasson (Jensen, min. 62), Enevoldsen (Larsen, min. 46); Bendtner.
1 - Hungría: Gábor Babos; László Bodnár, Peter Halmosi, Roland Juhász, Vilmos Vanczák; Ákos Buzsáky (Huszti, min. 77), Balázs Tóth, Gergely Rudolf (Vadócz, min. 87), Balázs Dzsudzsák (Priskin, min. 90); Sándor Torghelle, József Varga.
Gol: 0-1, min.35: Buzsáky;
Árbitro: Florian Meyer (Alemania). Amonestó con tarjeta amarilla, por Dinamarca, a Christensen y Jensen.
Incidencias: Partido disputado en el estadio Parken de Copenhague ante 36.956 espectadores.
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