Lluís Homar cree que "Los abrazos rotos" es el autorretrato de un gran pintor

Los Ángeles (EE.UU.).-  Lluís Homar, protagonista de la última película de Pedro Almodóvar, "Los abrazos rotos", que este domingo inaugura el Festival de Cine Latino de Los Ángeles, dijo en una entrevista con Efe que ese filme es "como el autorretrato de un gran pintor".

El intérprete barcelonés, de 52 años, da vida en la cinta a Mateo Blanco y a su "álter ego" Harry Caine, un director y guionista ciego que es la prolongación del propio Almodóvar en la ficción, dentro de una historia de amor entre ese personaje y una actriz (Penélope Cruz).

"La película es como uno de los autorretratos de Rembrandt, donde el artista se mira a sí mismo, no para verse el ombligo, sino para reflejar lo que es en ese momento como ser humano", explicó Homar, que ya trabajó junto al realizador manchego en "La mala educación".

La última obra de Almodóvar, que llegará a las salas de Nueva York el 20 de noviembre y a las de Los Ángeles el 11 de diciembre, ha sido recibida con disparidad de opiniones entre la crítica, aunque muchos coinciden en señalar que se trata de una de sus obras menos "almodovarianas".

"Es cierto que no tiene ese registro cómico tan clásico suyo, pero él quería mostrar una mezcla en la película, sobre lo que uno vive y sobre lo que es capaz de hacer. El espectador vive una tragedia mientras le cuentan a la vez una comedia", afirmó Homar, quien resaltó ese cómico final protagonizado por Carmen Machi.

"Ahí demuestra Almodóvar que puede ser el más divertido cuando quiere", explicó.

Por su parte Blanca Portillo, que en la ficción interpreta a la agente de Mateo Blanco/Harry Caine, consideró que esta película es fruto de "todo lo acumulado en la trayectoria" del director, aunque aún mantiene ese "sello articular" dentro de su cine, "desde su primera obra hasta ésta".

"Las personas evolucionamos con el tiempo y los años te dan perspectivas diferentes de las cosas", apuntó Portillo, de 46 años, quien añadió que "malo sería que la última película de Almodóvar fuera igual que la primera".

La intérprete madrileña, una habitual del teatro y la televisión en España, que ya coincidió con Almodóvar en "Volver", se mostró de lo más orgullosa por unas palabras del director en las que alababa sus interpretaciones en la gran pantalla.

"Si de algo presumo, es de que siempre me ha dicho que parece mentira que esté mas acostumbrada a hacer teatro que cine", dijo Portillo.

Además considera que el director vive un momento de su vida "muy especial" y que esa realidad se plasma en su trabajo.

"Éste es el Almodóvar de hoy día y está muy bien así", manifestó Portillo. "Hay una evolución hermosa hacia una profundidad enorme, sin perder su sentido del humor, su sello, que le distingue del resto de seres humanos", explicó.

Ese humor del que hace gala Almodóvar en el filme, plasmado en las escenas entre Homar y el joven Tamar Novas, y sobre todo en las del rodaje de "Chicas y maletas", el homenaje que el cineasta rinde dentro de la película a su obra "Mujeres al borde de un ataque de nervios", es fundamental para el "equilibrio" tanto en la película como en la vida, según Portillo.

"Lo divertido nunca es sólo divertido y lo trágico nunca es sólo trágico", indicó la actriz. "Almodóvar lo sabe muy bien y es de las pocas personas que lo saben plasmar perfectamente sin perder hondura ni humor, por eso sus cintas parecen casi documentos reales", manifestó.

Asimismo Homar recalcó que "Los abrazos rotos" no es un "biopic" sobre el cineasta, sino que se usa a sí mismo como excusa para relatar una historia "universal", en la que deja claro que lo más importante en su vida "es hacer cine".

"Está entregado en cuerpo y alma a eso", dijo el actor catalán, quien ve en el filme elementos sobre cómo Almodóvar plantea su relación con la vida, con los demás seres humanos, con su propia familia e incluso su amor por Penélope Cruz, "su musa".

"Creo que es una película imprescindible para entender su filmografía", declaró Homar.