Palma.- Un médico y un catequista pertenecientes a la parroquia del ex concejal de Urbanismo de Palma Javier Rodrigo de Santos, enjuiciado por unos supuestos abusos sexuales a tres menores, han declarado hoy que los padres de dos de estos chicos les comunicaron en una reunión "tocamientos" por parte del ex concejal.
Ambos han declarado hoy como testigos citados por la Fiscalía en la segunda jornada del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma contra De Santos, para quien el fiscal pide 24 años y 3 meses de cárcel por los delitos de abuso sexual, corrupción de menores y contra la salud pública.
Según ha explicado el médico, Juan Andres G., en una reunión con los padres de dos de los menores presuntamente abusados en el año 2007 ambos les comunicaron, tanto a él como a su esposa y a un catequista que ha declarado posteriormente, su "preocupación" porque De Santos "había hecho tocamientos" a sus hijos.
Esto ocurrió, según el médico, dos o tres días antes de que los progenitores denunciaran a De Santos por abusos, aunque los padres no tenían "muy claro" lo que había ocurrido.
"Me extrañó que el padre no supiera nada y que la madre no fuera muy explícita", ha apuntado el facultativo, quien ha añadido que sus hijos no sufrieron ningún abuso por parte del ex concejal.
Preguntado por el fiscal acerca de unas declaraciones suyas en la fase de instrucción en las que afirmó que uno de sus hijos le había dicho que De Santos "tenía una manera de tocar que le llamaba la atención", el médico ha asegurado que no se acordaba "en absoluto" de haberlo dicho.
"Me viene como de nuevo", ha añadido respecto a sus declaraciones en la fase de instrucción, en las que, según el fiscal, el médico dijo que su hijo le contó que De Santos le tocó la espalda y tuvo que darle un golpe para retirar su mano.
El abogado del ex concejal le ha preguntado entonces si, tal y como declaró ayer De Santos, los niños presuntamente abusados -de familia inmigrante chilena- son "fantasiosos", a lo que ha contestado que "estos chilenos tienen otra visión de las cosas".
Ante esta afirmación, el juez ponente, Pedro Yllanes, ha llamado la atención del testigo y de las partes, pidiendo más respeto para los ciudadanos de este país sudamericano.
"Ya está bien de introducir, sin sustento alguno, que los chilenos van por ahí inventando cosas", ha afirmado el magistrado, quien ha considerado que durante el juicio se ha "ido vendiendo que son de un país del tercer mundo" y llegado "a los límites del mal".
Posteriormente, un catequista de la congregación a la que pertenecía De Santos, Nicanor M., ha afirmado que acudió a la citada reunión con los padres de los menores, en la que ha ratificado que los progenitores les comunicaron unos "tocamientos".
En ese momento, el catequista les le leyó "la palabra de Dios" y les aconsejó que se enteraran bien de lo que había pasado y que, en caso de que hubiera habido abusos, acudieran a la Justicia.
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