"Zapatero es el líder parlamentario que más sabe de economía" . En cuanto a que el presidente ejerce de ministro de Economía también "si hubiera delegado la gestión de la crisis, se le criticaría por pasar del problema". Son las declaraciones de un prudente Jordi Sevilla, ex ministro de Administraciones Públicas, que hace unas semanas abandonó el Grupo Parlamentario Socialista para incorporarse a Price Waterhouse como asesor.
Junto con la fuga de Solbes y la de César Antonio Molina —ex de Cultura— la marcha de Sevilla de la bancada socialista fue aireada y utilizada como una muestra del inicio de la soledad de Zapatero.
Pero cuando caen chuzos de punta en forma de malos datos de las encuestas el cierre de filas surte efecto hasta en los potenciales disidentes. Ese parece haber sido el caso de Sevilla, ex ministro de Adminsitraciones Públicas, ex miembro fundador de la Nueva Vía que aupó a Zapatero al frente del PSOE.
Durante sus dos horas de comparecencia en la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) el ex ministro, economista y autor de varios libros, ha apostado por lo políticamente correcto, tanto en materia económica como política, para hablar de su antiguo jefe. "Con Zapatero mantengo una magnífica relación, igual que cuando nos empezamos a conocer en el año 90. Siempre le he dicho lo que pensaba, estuviera de acuerdo con él o no".
Eso sí, Sevilla ha confesado que "me hubiera gustado seguir en el Gobierno", pero está seguro que decir al presidente "siempre" lo que pensaba "no tuvo nada que ver con mi permanencia o no en el Ejecutivo". "Uno es tan capaz cuando le nombran ministro como cuando dejas de serlo. Son las circunstancias las que provocan los cambios", ha añadido. En la misma línea de prudencia, quitó hierro al personalismo del presidente a la hora de dirigir la política económica, porque " también Obama, Sarkozy o Merkel" han asumido un papel preponderante a la hora de gestionar la situación económica.
En materia económica, el nuevo asesor de Price abogó por no precipitarse a la hora de retirar los estímulos económicos, en la línea marcada por el del FMI y el G-20. Sobre todo "no equivoquemos los tiempos". A Sevilla no le obsesiona el aumento del gasto público y recordó que existe una agencia, creada en los tiempos de su gestión en Administraciones Públicas, con el objetivo de controlar la eficacia con que se gasta el dinero público, un debate aún "pendiente".
En cuanto a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) se mostró convencido de que, una vez más, saldrán mejorados del trámite parlamentario, aunque habría que introducir algunos cambios. En concreto, propuso adelantar la subida del IVA de julio del año que viene al 1 de enero y dejar la prestación de los 400 euros a las rentas más bajas. Concluyó que, en líneas generales, "el Gobierno lo ha hecho bien". Pero ahora falta articular la salida para la recuperación.
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