Panamá.- La policía panameña detuvo hoy a un grupo de indígenas en la plaza de la Catedral capitalina, adonde había regresado tras su expulsión de ese sitio el pasado 24 de septiembre, para exigir al Gobierno una solución al conflicto de tierras.
La dirigente de la organización no gubernamental Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), Larissa Duarte, dijo a Efe que se trata de ocho indígenas de la etnia Naso y dos de la Nobe, que los acompañan, y que regresaron a la plaza Catedral para reivindicar sus territorios y exigir la intervención del Gobierno en un conflicto con una empresa privada de ganadería.
Agregó que los diez indígenas, entre ellos los dirigentes Liceo Vargas y Luis Gamarra, fueron detenidos la pasada madrugada y llevados a un centro policial del barrio capitalino de El Chorrillo.
Duarte explicó que los indígenas son acusados de "desacato a la orden de lanzamiento" de la plaza donde habían sido desalojados el pasado 24 de septiembre, tras tres semanas de manifestaciones, y que las instalaciones policiales donde están detenidos son deficientes.
Otro dirigente de la ACD indicó a Efe que tras unas gestiones ante las autoridades han conseguido que los indígenas detenidos sean trasladados a una estación de policía en el barrio de San Francisco, donde son mejores las instalaciones.
Señaló que es posible que las autoridades gubernamentales reciban a los indígenas el próximo martes para iniciar un "proceso de diálogo" sobre los problemas que los aquejan.
El director de Política Indígena del Ministerio de Gobierno y Justicia, José Isaac Acosta, dijo recientemente a Efe que "el Gobierno no va a dar la espalda a la problemática indígena".
Según la dirigente Duarte, cuya organización Alianza para la Conservación y Desarrollo apoya las reivindicaciones indígenas en áreas protegidas, los Naso reclaman como territorio ancestral 200 hectáreas de las 1.200 que están dentro del título de propiedad de la empresa ganadera.
Sin embargo, el Ministerio de Gobierno y Justicia asegura que comprobó que en 1973 la empresa bananera Bocas vendió un polígono a la empresa ganadera Bocas, y que los Naso penetraron al terreno en 2003, lo que demuestra que éste "fue invadido".
Acosta indicó que en la mesa de negociación con los indígenas quiere tratar el "problema de fondo": la delimitación de una comunidad de 164.000 hectáreas para que "desarrollen su tierra".
El pasado 30 de marzo "hubo un desalojo forzoso" por parte de la empresa ganadera Bocas que afectó a más de 150 personas, cuando sus casas fueron demolidas, según explican los indígenas.
Esto provocó que un grupo de los Naso acampara durante tres meses en la Plaza de la Catedral, hecho que tuvo lugar durante la administración del presidente Martín Torrijos.
Al tomar posesión el nuevo Gobierno el pasado 1 de julio, presidido por Ricardo Martinelli, desalojaron el lugar al ver nuevas posibilidades de negociar, expectativas que no se cumplieron y que los llevaron a volver a ocupar el lugar, según los dirigentes naso.
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