Panamá.- El Gobierno de Panamá instó hoy a incorporarse a un "proceso de diálogo" a los indígenas de la etnia Naso que llevaban tres semanas manifestándose en la plaza de la Catedral capitalina.
"El Gobierno no va a dar la espalda a la problemática indígena", aseguró a Efe el director de Política Indígena del Ministerio de Gobierno y Justicia, José Isaac Acosta, quien aseguró que la ocupación del parque era una "medida de presión" que no debía llevarse a cabo porque ya se "atendían sus demandas".
Un grupo de indígenas Naso, establecidos en la plaza de la Catedral desde el pasado 2 de septiembre para reivindicar sus territorios y exigir la intervención del Gobierno en un conflicto con una empresa privada de ganadería, fue desalojado ayer por policías antimotines tras no acatar las órdenes de retirarse.
"Los hemos invitado el lunes para dar continuidad a las conversaciones y a las negociaciones, proceso que jamás ha estado cerrado", añadió Acosta.
Según la dirigente de la organización no gubernamental Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), Larissa Duarte, que apoya las reivindicaciones indígenas en áreas protegidas, los Naso reclaman como territorio ancestral 200 hectáreas de las 1.200 que están dentro del título de propiedad de la empresa ganadera.
Sin embargo, el Ministerio de Gobierno y Justicia asegura que comprobó que en 1973 la empresa bananera Bocas vendió un polígono a la empresa ganadera Bocas, y que los Naso penetraron al terreno en 2003, lo que demuestra que éste "fue invadido".
Acosta indicó que en la mesa de negociación con los indígenas quiere tratar el "problema de fondo": la delimitación de una comunidad de 164.000 hectáreas para que "desarrollen su tierra".
Liceo Vargas, uno de los dirigentes del pueblo Naso desalojados del lugar de la protesta, aseguró a Efe que las autoridades les exigieron suspender su manifestación como condición para el diálogo.
"No queríamos una reunión condicionada y no íbamos a desalojar el área, porque era una protesta pacífica", apuntó Vargas, quien ahora se encuentra junto con su grupo en un edificio de la Pastoral Indígena de la Iglesia católica en el Casco Antiguo de la ciudad.
Aseguró que "en ningún momento el Gobierno ha tenido el más mínimo interés de seguir el diálogo" y que sus respuestas a las invitaciones a hablar han sido "como la de ayer", afirmó en referencia al desalojo policial.
La Defensoría del Pueblo, que se ha prestado de canal de comunicación entre las dos partes, les comunicó que la reunión convocada para el lunes es para determinar la fecha de una próxima cita, añadió el líder indígena.
También aseguró que van a seguir "haciendo presión" a las autoridades gubernamentales y "divulgando su realidad", ya que sus derechos "han sido vilmente violentados".
El pasado 30 de marzo "hubo un desalojo forzoso" por parte de la empresa ganadera Bocas que afectó a más de 150 personas, cuando sus casas fueron demolidas, según explican los indígenas.
Esto provocó que un grupo de los Naso acampara durante tres meses en la Plaza de la Catedral, hecho que tuvo lugar durante la administración del presidente Martín Torrijos.
Al tomar posesión el nuevo Gobierno, presidido por Ricardo Martinelli, desalojaron el lugar al ver nuevas posibilidades de negociar, expectativas que no se cumplieron y que los llevaron a volver a ocupar el lugar.
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