Madrid.- El etarra Valentín Lasarte ha declarado hoy en el juicio que se sigue contra Gracia Morcillo por alojar a los miembros del "comando Donosti" que asesinaron al dirigente socialista Fernando Múgica que al ser detenido en 1996 la inculpó "para tapar a colaboradores que no estaban fichados".
Lasarte ha asegurado en la Audiencia Nacional que afirmó que se habían alojado en casa de la que había sido su compañera sentimental porque, tras cometer el atentado, sus planes de huida se vieron frustrados al verse involucrados en un tiroteo con la Ertzaintza y acabaron en la localidad guipuzcoana de Andoain, donde ésta residía, en lugar de en Lasarte-Oria, como tenían previsto.
"Cómo insistían en preguntar qué teníamos en Andoain, hice esa declaración para tapar los pisos que teníamos para utilizar y a colaboradores que no habían sido detenidos", ha afirmado el testigo, que ha declarado por videoconferencia desde prisión.
El etarra ha corroborado además la versión ofrecida por Morcillo, quien a preguntas de su defensa ha asegurado que no conocía a ninguno de los miembros del comando aparte de a Lasarte, y que ni siquiera él había estado nunca en aquel piso, que a ella le había cedido temporalmente su cuñado "para preparar las oposiciones".
La fiscal, que pide para Morcillo veintitrés años de cárcel por un delito de complicidad en asesinato, mantiene sin embargo que, después de asesinar a Múgica, los entonces miembros del "comando Donosti" Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote"; Irantzu Gallastegi y Valentín Lasarte permanecieron escondidos en este apartamento.
En su informe, la fiscal relata que Gracia Morcillo les acogió y les facilitó alimentos que adquiría con dinero que los "liberados" -a sueldo de la banda- le daban.
Siempre según el escrito del Ministerio Público, los tres etarras, ya condenados por estos hechos, cruzaron la frontera y se instalaron en dos pisos situados en las localidades guipuzcoanas de Astigarraga y Andoain, desde donde se pusieron en contacto con el ya fallecido José Luis Geresta, "Oker", para pedirle que les facilitara un vehículo.
Tras conseguir el coche, los etarras comprobaron las informaciones sobre Múgica y acordaron atentar contra él el 5 de febrero de 1996, aunque tuvieron que desistir ese día de la acción al no aparecer la víctima.
Al día siguiente volvieron a intentarlo, siguiendo a la víctima hasta que "Txapote" se le aproximó por la espalda y le disparó en la cabeza a muy corta distancia, provocándole las graves heridas que le causaron la muerte.
Cuando huían del lugar del atentado, los miembros del comando se encontraron con uno de los hijos de Múgica, que caminaba con su esposa por la misma calle y que había oído el disparo, por lo que uno de ellos le encañonó con su pistola y le amenazó.
La fiscal considera a Gracia Morcillo cómplice del asesinato porque estima probado que Lasarte la contactó con anterioridad a los hechos para pedirle que les alojara en ese piso en esas fechas y que ella estaba al corriente de la planificación del atentado.
Si el tribunal no apreciara acreditada la complicidad de Morcillo en el asesinato, la fiscal pide de manera subsidiaria una pena de diez años de cárcel por colaboración con ETA para la acusada, que en este momento cumple condena en Francia por pertenencia a la banda armada.
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