Industria, eléctricas y mineras negocian una salida para el carbón nacional

Madrid.-  El Ministerio de Industria, empresas mineras, sindicatos y eléctricas negocian estos días una salida para el sector del carbón nacional que ahora subsiste gracias a subvenciones y cuya situación se ha visto agravada por la caída de la demanda energética, que provoca que el mineral se acumule en almacenes.

Las negociaciones comenzaron hace dos semanas entre representantes de Industria y de las eléctricas, que volverán a sentarse a negociar el viernes. Ayer fue el turno de sindicatos y empresas.

Fuentes cercanas a las negociaciones explicaron a Efe que se está intentado buscar una solución "estable" que contente a todas las partes implicadas y que podría pasar por la introducción en el sistema de retribución eléctrico de un "pago por capacidad".

Esta figura consistiría en pagar a las eléctricas una cantidad determinada por mantener operativas las centrales térmicas que funcionan con carbón para garantizar su disponibilidad en caso de ser necesario por repuntes de la demanda.

La diferencia con la recién desaparecida "garantía de potencia" estriba en que mientras ésta se pagaba a todas las centrales por estar operativas sin distinguir el tipo de tecnología -como las nucleares que nunca paran-, el pago por capacidad iría destinado sólo a determinadas centrales.

Además, con esta figura se evitaría incumplir la normativa europea sobre ayudas sectoriales, ya que el Gobierno se podría escudar en la necesidad de garantizar la seguridad del suministro de España.

El Ejecutivo entiende que, pese a su alto coste, no se puede prescindir del carbón porque se trata de la única fuente de energía de origen fósil con la que cuenta España.

Según las mismas fuentes, el Gobierno no se está planteando primar el uso del carbón de forma directa como ocurre con las energías renovables, que, debido a su alto coste, reciben ayudas para fomentar su uso.

El precio de la energía eléctrica lo fija la última tecnología en en entrar en el mercado, que va recabando desde la más barata hasta la más cara en función de la demanda, por lo que las energías más baratas, como pueden ser la hidráulica o la nuclear, son retribuidas como las más caras, generalmente el carbón y el fuel.

Al caer la demanda, las centrales de carbón ya no son competitivas y, por tanto, quedan fuera de mercado, lo que, a su vez provoca una caída del precio del pool y, por tanto, de los ingresos de las compañías eléctricas.

Las eléctricas preparan un documento para pedir al Gobierno que prime al carbón como a las renovables, sacándolo del mercado o subvencionando directamente a las compañías eléctricas o a las mineras, porque eso no sería una solución para todos los afectados.

La minería se está manteniendo de forma "artificial", señalaron a Efe fuentes del sector energético, que, no obstante, aseguraron que las compañías eléctricas no quieren prescindir de las centrales de carbón, aunque quieren poder comprarlo a precios más competitivos.

Añadieron que sacar el carbón del "pool" y subvencionarlo directamente sería distorsionar el mercado y subrayaron que si hasta ahora compraban el carbón español era por "hacer un favor".

El carbón nacional, más caro y de menor calidad que sus competidores, tiene como único cliente a las compañías eléctricas que operan en España, en especial Endesa y la antigua Unión Fenosa, que han dejado de hacer pedidos y de producir en algunas de sus centrales ante la caída de la demanda.

El pasado 31 de julio, el Gobierno aprobó la creación de un almacenamiento estratégico temporal de carbón autóctono a la espera de que las condiciones del mercado eléctrico permitan su consumo en la generación de electricidad, cuya gestión fue encomendada a Hulleras del Norte (HUNOSA).