El fiscal mantiene 18 años para el acusado de asesinar a su ex compañera de 17 puñaladas

Valladolid.-  El fiscal y el abogado del Estado ha mantenido hoy la petición de dieciocho años de prisión por un delito de asesinato para Ion B., al que acusan de un delito de asesinato cometido al matar de diecisiete cuchilladas a su ex pareja, mientras la defensa ha sostenido la solicitud de diez años por homicidio.

La acusación particular, que representa a la hija de la víctima, ha mantenido su petición inicial de veinte años por asesinato y ha modificado su solicitud subsidiaria, al considerar que el encausado pudo cometer un homicidio por el que ha pedido diecisiete años y medio de prisión en lugar de los quince que pedía en principio.

Las acusaciones y la defensa han expuesto hoy sus informes finales en la tercera sesión de la vista oral que se desarrolla en Valladolid por hechos ocurridos el 22 de septiembre del año pasado, cuando murió María V., de 42 años, apuñalada por su ex pareja, de 44, ambos de nacionalidad rumana y trabajadores de la misma fábrica de Pedrajas de San Esteban (Valladolid), donde se produjo el crimen.

También en esta sesión, han comparecido los forenses que practicaron la autopsia a la víctima y han explicado que la cuchillada que acabó con la vida de María V. se produjo en la laringe, afectó a distintos vasos y repercutió en el encharcamiento de los pulmones, lo que derivó en asfixia con su propia sangre.

Respecto al encausado, la perito que ha declarado durante esta sesión ha especificado que el informe psiquiátrico que le practicó no revela ninguna enfermedad, a la vez que ha reconocido que el ataque que protagonizó el acusado el día en el que mató a su ex compañera "es compatible con una situación de obcecación" -la defensa alega atenuante de arrebato-.

El fiscal, al exponer su informe ante el jurado que deliberará sobre el caso, ha asegurado que el encausado tuvo intención de matar a la víctima, por lo que llevó un cuchillo similar a otro que fue hallado en su coche y sorprendió a la víctima en el retrete de la fábrica, "una auténtica trampa", una ratonera por sus pequeñas dimensiones, en la que la mujer no tuvo opción de defenderse.

Para el ministerio público, con el que coincidieron en su exposición el abogado del Estado y la acusación particular, Ion B. no aceptó la ruptura de su relación sentimental el 1 de marzo del año pasado y consideraba que María debía seguir siendo su pareja, sin dejar de atosigarla hasta el momento del crimen.

La defensa, sin embargo, ha asegurado que se trata de un homicidio atenuado por una situación de arrebato que se desencadenó por celos, cuando entabló una conversación con su ex pareja en el lavabo y ella le espetó que su novio de entonces "valía más" que el acusado.

Ha calificado de conjetura que el procesado llevase el cuchillo preparado para cometer el crimen -Ion B. asegura que lo cogió en el momento del suceso del botiquín del servicio- y que el procesado se entregase a la Guardia Civil tras el apuñalamiento porque una empleada de la fábrica le había visto como sostienen las acusaciones.

Nadie ha probado que el encausado portase un cuchillo antes de entrar en el servicio, ni que siguiera a la víctima hasta el lavabo -el procesado sostiene que el encuentro fue casual-, ni que el procesado viese cómo una compañera suya le observó en un momento del apuñalamiento y se entregara por ese motivo a la autoridad, ha recalcado.

Al acabar la vista, el encausado ha hecho uso de la última palabra para calificar de "injustificable" el apuñalamiento, fuera cual fuera el motivo, le hubieran puesto "los cuernos o no", y ha subrayado que nunca tuvo intención de matar a su ex compañera.

"Estaré arrepentido hasta el día que cierre los ojos", ha asegurado.

Los siete hombres y dos mujeres que forman el jurado popular recibirán hoy el objeto del veredicto mediante el que decidirán si Ion B. es culpable o no culpable de asesinato u homicidio.