Lima.- Los ajustes que se están realizando a la estrategia de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en Perú, a raíz de los ataques de Sendero Luminoso a las Fuerzas Armadas, deben mostrar avances en "cinco o seis meses", dijo hoy el ministro de Defensa peruano, Rafael Rey.
En una rueda de prensa con corresponsales extranjeros, Rey dijo que "la estrategia está siendo revaluada profundamente" para realizar un mejor trabajo de inteligencia que les permita orientarse hacia "objetivos claros".
El Gobierno peruano lanzó una ofensiva militar en el Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) hace un año para dar caza a los líderes de Sendero Luminoso, que actúan en la zona aliados con el narcotráfico; sin embargo, los ataques senderistas se han hecho más contundentes en los últimos meses.
El ministro peruano subrayó que "el problema fundamental (en el VRAE) es el narcotráfico, que está unido al terrorismo", una "simbiosis" que se aprovecha de la ausencia del Estado en esa región selvática y de la extrema pobreza de sus pobladores.
Rey admitió que durante varios años "el Estado ha dejado de estar presente, no sólo policial y militarmente, sino en aspectos sociales" en esa zona.
El titular de Defensa, quien asumió el cargo en julio pasado, señaló que la principal deficiencia en la estrategia desarrollada en el VRAE es la falta de una "muy eficiente labor de inteligencia".
"Hay un problema adicional: es una zona de pocos habitantes, que se conocen entre ellos, entonces es difícil infiltrar gente porque están amenazados y por miedo actúan informando (a los senderistas) sobre las movilizaciones de las Fuerzas Armadas".
"Eso hace más difícil la labor de inteligencia", indicó.
Rey señaló, además, que tampoco se puede actuar, en una zona de guerra como la que enfrentan actualmente las Fuerzas Armadas en el VRAE, "sin la mejor tecnología disponible para recuperar la ventaja que tienen los narcoterroristas".
El ministro destacó que la acción del narcotráfico y el terrorismo está concentrada en la zona del Huallaga (selva central) y en la del VRAE (sierra y selva sur), e indicó: "Tenemos la responsabilidad de ser eficaces en esa lucha para desmembrar a esas organizaciones".
Rey comentó que el éxito de Colombia en la lucha antidrogas en su país ha empujado el narcotráfico a Panamá, México y Perú, donde ya se produce y extrae cocaína desde laboratorios clandestinos ubicados en la intrincada selva central y sur.
El ministro expresó sus deseos de que Estados Unidos pueda colaborar con las Fuerzas Armadas de Perú en la lucha que se libra en el VRAE, donde aparentemente no puede brindar asistencia porque "hay una mezcla de terrorismo y narcotráfico".
De otro lado, Rey insistió en su propuesta para que se establezcan fiscales militares para investigar a los uniformados denunciados por delitos de función, considerados abusos de los derechos humanos por el Ministerio Público.
Según Rey, las fiscalías civiles que actúan en el VRAE "desmoralizan" a los militares, al acusarlos de presuntas violaciones de derechos fundamentales, y "obstaculizan su trabajo".
"Cuando he pedido fiscales militares no es para que investiguen a los narcotraficantes o terroristas, sino para evitar que acusen injustamente a los militares", argumentó Rey.
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