Madrid.- La jornada de hoy en Cibeles Madrid Fashion Week ha tenido un protagonista indiscutible: Elio Berhanyer que ha celebrado sus ochenta años con un desfile-homenaje.
Un desfile al que no ha faltado ninguna de sus fieles clientas que han llenado las gradas, así como sus compañeros diseñadores, organizadores y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Rodeado de algunas de las modelos que a lo largo de su amplísima trayectoria han colaborado con él como Nieves Álvarez, Judith Mascó, Helena Barquilla, Tammy, Esmeralda Martín, Mónica Boada o Regina Tarnow, Elio ha vivido uno de los momentos más emocionantes de las cincuenta ediciones de Cibeles cuando ha recorrido la pasarela entre aplausos y con todo el público en pie. Al final del recorrido, todo su equipo con lágrimas en los ojos aplaudía al maestro, que en 1962 presentó su primera colección.
Veterano de la moda española, que piensa seguir dedicándose a ella "porque es mi vida", en esta ocasión tan especial ha vuelto a reivindicar la alta costura que ha llevado tanto a su colección deportiva con aires marineros como a los elegantes trajes de chaqueta y los de cocktail y de noche, de un solo color o estampados florales, con apliques de pasamanería y bordados. Sedas naturales, tafetas, encajes y crepes visten a la mujer más sofisticada, embellecida con joyas diseñadas también por Elio.
La de hoy ha sido una jornada viajera ya que la mayoría de los diseñadores han buscado su inspiración en diferentes países. Así ha ocurrido con Duyos que ha querido trasladar al público a la América de los 40 y los 50 que se inspiraba en el exotismo de la Polinesia.
Para su desfile, el diseñador madrileño ha subido más de un metro la pasarela en la que ha presentado una colección muy coherente cuyo hilo conductor ha sido un bonito estampado en prendas en las que ha dado una importancia especial a las pequeñas mangas, algunas de inspiración japonesa.
Duyos ha mezclado tendencias y las ha personalizado en delicados vestidos, en faldas asimétricas, en su interpretación especial de las prendas globo o en los pantalones en los que deja suelta una pierna. Y todo ello para lograr una silueta muy femenina y delicada que calza altos tacones que simulan caracolas.
En este día viajero, la propuesta de Antonio Miró ha sido un viaje introspectivo buscando la esencia de uno mismo. "Me he inspirado en la soledad de las pinturas de Edward Hopper, en su paleta de colores, para vestir personajes solitarios".
En una cuidada puesta en escena, con música en directo de un curioso instrumento musical denominado "hang" a cargo del brasileño Pedro Collares, y en la que los cuatro primeros modelos se han vestido en la pasarela, Miró ha querido vestir a un hombre muy cómodo, con prendas amplias, como sus grandes camisolas o camisetas, con tejidos frescos de algodón, colores naturales y pantalones short. Y en los pies, zapatillas "Victoria" personalizadas.
El viaje de Roberto Torreta se sitúa en el tiempo. El diseñador ha vuelto su mirada a los años ochenta, en los que comenzó su andadura Pasarela Cibeles, "pero en unos ochenta bonitos", ha comentado a Efe Torretta al que ha interesado presentar una mujer arreglada, pero sin exceso, elegante "pero con un punto cañero".
Esto lo consigue con las gafas, diseñadas por él, las altas sandalias también de su colección, marcando sutilmente los hombros o con su estampado de leopardo en gris y negro. Torretta apuesta claramente por el vestido, que rompe con masculinos pantalones, y por los tonos blancos combinados con beige, gris y azul en diversidad de tejidos, e introduce también toques de los cincuenta, sobre todo en los drapeados.
Dos veces al año, Andrés Sardá propone su viaje y, en esta ocasión, ha querido llevar a los espectadores a la Riviera Francesa de los años 70, en la que, en un caliente verano, las fiestas se encadenan desde la mañana.
Esta es una excusa para que Sardá vista a la mujer para cada una de las ocasiones que se produce a lo largo del día. Colores luminosos, rayas, topos, contrastes gráficos de opuestos y complementos ceñidos al cuerpo femenino que el diseñador enriquece con unos bañadores-joya de cristales de Swaroski.
La jornada dio comienzo con Javier Larrainzar quien ha presentado una colección muy femenina, siguiendo su línea, con una apuesta clara por los vestidos y por el color verde pistacho, en cuanto a propuestas, pocas novedades como Alma Aguilar quien ha diseñado una colección continuista, con predominio de aires románticos. El viaje que propone esta diseñadora es a la India, país en el que ha cogido su inspiración para vestidos bohemios.
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