Sevilla.- El coordinador de proyectos de la Fundación Gypaetus, José Eugenio Gutiérrez Ureña, ha dicho a Efe que los esfuerzos que esta entidad realiza desde hace una década para reintroducir el quebrantahuesos en Andalucía también ayudan a preservar la población rural y la calidad de las montañas.
"Conservar el quebrantahuesos también significa conservar la población, los usos tradicionales, la cultura y la calidad de nuestras montañas; no gastamos dinero en un pájaro, sino en defender un hábitat sostenible y de calidad", ha apostillado este responsable de la Fundación Gypaetus, dependiente de la Junta de Andalucía.
Gutiérrez Ureña ha asegurado, en una entrevista con Efe, que se han cumplido los objetivos del programa LIFE para la reintroducción del quebrantahuesos en Andalucía, que expira este año, y ha indicado que la Fundación Gypaetus aspira a lograr el próximo año un segundo LIFE para avanzar en esta iniciativa, la segunda más importante del mundo para esta especie tras la reintroducción lograda en los Alpes.
También ha señalado que el II congreso internacional sobre el quebrantahuesos, organizado por la Fundación Gypaetus la pasada semana en Jaén, ha destacado que reintroducir al quebrantahuesos en Andalucía es "clave" porque una población andaluza de esta especie sería "estratégica" para unir las población de Pirineos con la relicta del Alto Atlas.
El quebrantahuesos, un ave carroñera que con casi tres metros es la de mayor envergadura de Europa junto al buitre negro y al leonado, sólo cuenta en la actualidad con una población de 140 parejas en Pirineos y algunos grupos residuales en Córcega y en Creta, además de la población reintroducida en los Alpes hace unas décadas.
Gutiérrez Ureña ha añadido que la reintroducción del quebrantahuesos, en la que la Junta de Andalucía trabaja desde hace dos décadas con una inversión de siete millones de euros, afrontará en la próxima década la fase "crucial" en la que los primeros ejemplares liberados en 2006 alcancen la madurez sexual y se reproduzcan en el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas (Jaén).
"Nos enfrentamos a un nuevo escenario y a nuevas amenazas porque las actuales que tienen los ejemplares en dispersión no serán las mismas que cuando vengan, dentro de unos años, esperamos que con la intención de asentarse, reproducirse y constituir una población autónoma, último objetivo de este proyecto", ha explicado.
Ha reiterado que la sociedad debe de entender que la presencia del quebrantahuesos "es un indicador de la calidad de nuestras montañas" que cuando se trabaja en salvar esta especie "también trabajamos en otras muchas cosas que interesan a la sociedad y defendemos una economía sostenible en el mundo rural".
"Cuando controlamos las amenazas sobre esta especie, como el veneno, estamos controlando también peligros para otras muchas especies, e incluso para el hombre", ha añadido.
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