Madrid.- El optimista discurso que sostiene que lo peor de la crisis ya ha pasado ha encontrado esta semana respuesta en las nuevas previsiones de la OCDE y de la Comisión Europea que dibujan una contracción de la economía y aumento del desempleo mayor de lo previsto.
El pasado lunes, la Comisión Europea revisaba a peor la previsión de contracción de la economía española para 2009, desde el -3,2 por ciento del pasado mayo al -3,7 por ciento. Todo un varapalo para la tan traída y llevaba teoría de los brotes verdes.
Sólo dos días después, en su informe sobre "Perspectivas de Empleo", la OCDE pronosticaba para España un aumento del desempleo desde el 18,1 por ciento de la última Encuesta de Población Activa hasta el 19,8 por ciento a finales de 2010, el doble de la media de los países miembros de esta organización.
Y otra réplica a la teoría de los brotes, la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's considera que en 2010 España seguirá en recesión, con una caída del Producto Interior Bruto del 0,6%.
Considera esta firma que España tiene dos problemas estructurales añadidos que alargarán el proceso de recuperación, el elevado nivel de paro y el exceso de endeudamiento privado, y sobre este último estima que la morosidad podría alcanzar hasta el 11 por ciento de los créditos.
Aunque se ha frenado el ritmo de deterioro, las estadísticas conocidas esta semana no alientan precisamente al optimismo. La industria española facturó en julio un 25 por ciento menos que en el mismo mes de 2008, mientras que la entrada de pedidos cayó un 26 por ciento.
Y sigue la crisis en la construcción y en el mercado inmobiliario, aunque se modera, con un descenso de ventas del 20 por ciento, mientras que las hipotecas aumentan a un ritmo del 1,1 por ciento, siete puntos porcentuales menos que un año antes, mientras que el consumo de cemento se desploma un 38 por ciento y el precio del suelo retrocede un 4,3 por ciento.
Después del descenso contabilizado en junio, la morosidad de los créditos repuntó de nuevo en julio, hasta el 4,63 por ciento, y en clave más positiva, los impagos en el comercio disminuyeron un 26% en julio sobre el mismo mes del año pasado, mientras que su importe lo hizo un 52 por ciento.
También se suaviza la caída del crédito al consumo y aunque descendió un 30 por ciento hasta junio, el retroceso es menor que el que se registró en el primer trimestre.
Todo ello parece no afectar a los mercados bursátiles, y el mismo día en el que se cumplía el primer aniversario de la quiebra de Lehman Brothers el Ibex lo celebraba con un nuevo máximo anual, en una semana pletórica que se saldó con un avance del 2,8 por ciento.
Las mayores subidas fueron para Telecinco (11,1%) y Ferrovial y Cintra (10%), mientras el mercado se mostró desconfiado con los valores financieros.
Y en la semana que vivió la despedida de Pedro Solbes del Congreso, el euro volvió a escalar nuevos máximos y llegó a pagarse por encima de 1,47 dólares, mientras el oro alcanzaba el precio más elevado desde la explosión de la crisis y cotizaba por encima de los 1.000 dólares la onza.
Y el que sí cree en los brotes verdes, el presidente de la reserva federal, Ben Bernanke ,que considera "muy probable" que la recesión haya terminado en EEUU.
Argumentos a favor, previsiones como la de JP Morgan que estiman un crecimiento de la economía estadounidense del 3 por ciento durante el cuarto trimestre.
Otras estadísticas también van en esa dirección, las ventas minoristas, la edificación de viviendas nuevas y la evolución de los precios que fueron mejor de lo previsto por los analistas.
Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.