Barcelona.- La belga Katrien H. ha negado hoy haber matado de forma intencionada a su bebé recién nacido en Santa Susanna (Barcelona) en julio de 2006 y ha asegurado que éste nació muerto, por lo que fue "incapaz" de reanimarlo y decidió esconderlo para evitar que fuese visto por sus otros tres hijos.
Los hechos ocurrieron la mañana del día 24 de julio de 2006 cuando la mujer decidió parir sola en una habitación del Aparthotel Marítim de Santa Susanna en el que se hospedaba con su familia, sin ayuda de nadie y ocultando a su marido tanto el parto como el embarazo.
En su intervención en el juicio que ha empezado hoy en la Audiencia de Barcelona, la acusada ha declarado que en "ningún momento" pensó en matar a su hijo y que fruto de un "ataque de pánico" decidió no avisar a ninguna persona y envolver el cuerpo del bebé fallecido junto a la placenta en una toalla que introdujo en una bolsa que dejó en el baño de la habitación.
Asimismo, ha señalado que creía encontrarse en el séptimo mes de gestación y que en caso de haber sido "consciente" de que estaba en la fase final de su embarazo no habría viajado a España, ni habría pedido a su marido que abandonase la habitación la mañana del nacimiento. "Todo se debe a un error de percepción de mi embarazo", ha dicho.
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