Santiago de Chile.- Con la derecha unida y la Concertación fragmentada, mañana se inicia en Chile la campaña electoral más reñida de los últimos años para elegir al nuevo presidente de la República y renovar el Parlamento.
La inscripción en el Servicio Electoral del senador ex socialista Alejandro Navarro como candidato presidencial del Movimiento Amplio Social (MAS) cerró este lunes el proceso de postulaciones que iniciaron la pasada semana los principales aspirantes al palacio de La Moneda.
El candidato de la derechista Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, se mantiene en lo alto de las encuestas, aunque en una eventual segunda vuelta los sondeos más respetados arrojan un empate técnico con su principal rival, el oficialista Eduardo Frei.
"Estas van a ser las elecciones más inciertas de los últimos veinte años. Con seguridad se van a decidir en segunda vuelta", declaró a Efe el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), José Jara.
"Los noventa días que quedan de campaña van a ser decisivos" para afianzar las aspiraciones de los candidatos, aseguró.
El tercer contendiente en esta pugna es el diputado ex socialista Marco Enríquez-Ominami, quien en los últimos meses ha avanzado de manera firme en los sondeos, aunque la mayoría de los expertos considera improbable que supere a Frei y dispute la presidencia a Piñera en una segunda vuelta.
Los analistas estiman que por primera vez la derecha tiene posibilidades de desbancar a la Concertación, el bloque de centroizquierda formado por los partidos Democracia Cristiana, Socialista, Radical Social Demócrata y Por la Democracia con el fin de derrotar al dictador Augusto Pinochet en el plebiscito de 1988.
Desgastada tras veinte años de ejercicio del poder, la coalición gubernamental se presenta a estas elecciones con un candidato único -Eduardo Frei- pero con la competencia de otros tres aspirantes escindidos de sus filas -Marco Enríquez Ominami, Alejandro Navarro y el allendista Jorge Arrate, que encabeza Junto Podemos, la coalición de la izquierda extraparlamentaria.
El senador ex democristiano Adolfo Zaldívar, quien también militó en la Concertación, renunció a última hora presentar su candidatura por el Partido Regionalista Independiente (PRI).
"La Concertación está dividida, por eso va segunda", explicó José Jara, quien recordó que la derecha no gana una elección en Chile desde hace cincuenta años, pese a que en ocasiones anteriores ha tenido más apoyo en las encuestas del que ahora reúne Piñera.
Para el director de FLACSO, las fortalezas de la campaña de Frei radican en la solidez y en la presencia territorial de la Concertación, así como en la asociación que en la mente de los electores pueda lograr con la presidenta, Michelle Bachelet, que cuenta con un respaldo a su Gobierno del 74 por ciento.
Por su lado, Piñera juega con las ventajas de ser la imagen del cambio tras dos décadas de Concertación y de ir encabezando las encuestas, dado que en general los resultados de los sondeos no cambian mucho en los últimos tres meses.
La composición del electorado tampoco deja mucho margen para la sorpresa, a pesar de las campañas institucionales de las últimas semanas para que los ciudadanos se registraran en el padrón electoral.
En Chile todavía no existe un sistema de inscripción automática y sufragio voluntario, por lo que una vez inscritos, los ciudadanos han de votar obligatoriamente.
Pero aunque los nuevos 200.000 votantes representan un aumento de poco más del tres por ciento del padrón electoral (7,5 millones), "pueden llegar a ser importantes en cualquier elección estrecha", puntualizó hoy el director del Servicio Electoral, Juan Ignacio García.
El sistema electoral chileno propicia el binominalismo, esto es, la elección en la mayoría de los distritos electorales de un representante por cada una de las grandes coaliciones políticas: la oficialista Concertación y la derechista Alianza por Chile.
Esto ha mantenido alejadas del Parlamento a las fuerzas políticas minoritarias, como el Partido Comunista, que cuenta con un respaldo de aproximadamente el cinco por ciento del electorado.
Para poner fin a esta exclusión, los dirigentes de la Concertación sellaron un acuerdo electoral con la coalición de la izquierda extraparlamentaria Juntos Podemos que hoy formalizaron ante el Servicio Electoral con la inscripción de una lista conjunta al Parlamento.
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