León.- Tras una semana con incendios forestales de gran virulencia en las montañas leonesas, hoy continúan activos cinco focos, pero no se sabe aún la cifra de miles de hectáreas calcinadas.
Pese a estos fuegos, la situación se considera menos grave que en los días pasados, por lo que el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Eduardo Fernández ha decidido rebajar a cero el nivel de gravedad provincial, tras una reunión del Centro del Coordinación Operativa, en la sede territorial autonómica.
El incendio de La Majúa, en San Emiliano, centro norte provincial, se espera que pueda ser controlado en las próximas horas; en su extinción han participado un técnico, dos cuadrillas de tierra, una motobomba, un hidroavión y tres helicópteros.
El de Barrio de la Puente, en La Omaña, aún no está controlado pero se halla estabilizado, de forma "que ya está siendo posible enfriar tres cuartas partes de su perímetro", según fuentes de la Junta.
En este fuego ha intervenido un técnico, dos máquinas, dos cuadrillas, una dotación de la UME y la Brigadas del Ministerio de Medio Ambiente de Tabuyo del Monte(León).
En el incendio de Peranzanes, en el Bierzo, se mantiene el nivel 1, aunque ya no existe riesgo para ninguna zona habitada.
Las mayores dificultades para la actuación de los medios se están registrando en la cabecera de este incendio por la difícil orografía; en su extinción están interviniendo todavía 1 técnico, dos cuadrillas, una motobomba y dos dotaciones de la UME.
Por lo que se refiere a los incendios de Puente de Rey y Pradela también en El Bierzo, hay que destacar que ya están estabilizados, permaneciendo en ambos lugares únicamente una cuadrilla con el fin de observar cualquier incidencia que se pueda producir.
Finalmente, el incendio de Robles de Laciana ya quedó controlado ayer, lo mismo que el de Tonín, ambos en el norte provincial.
En el de Tonín se llegó a declarar el nivel 2 de gravedad porque las llamas llegaron a aproximarse al pueblo, de todas formas, aún se mantienen efectivos en la zona por que las altas temperaturas podrían reavivar los siniestros.
Fuentes de la Junta han declarado a EFE que aún no se han realizado las labores de control de las hectáreas calcinadas, por lo que le cifra estimada por algunos medios -6.000 hectáreas- puede ser bastante diferente de la realidad.
Aunque no hay ninguna detención por estos siniestros, se sabe que la gran mayoría de los mismos han sido provocados.
Las elevadas temperaturas, la sequedad y la existencia de una gran cobertura vegetal han propiciado unas jornadas auténticamente dantescas para el ecosistema de muchas de estas zonas afectadas, principalmente en el Bierzo, La Cabrera y la Omaña, aunque los incendios también se han desarrollado por otras partes de la Cordillera Cantábrica y La Cepeda.
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