La Paz.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, reclamó hoy justicia para las familias de las víctimas de la masacre de Pando ocurrida hace un año cuando en violentos choques murieron al menos 13 personas, la mayoría campesinos afines al mandatario.
El jefe de Estado hizo su demanda en la localidad pandina de Porvenir, donde el 11 de septiembre del 2008 se produjeron los enfrentamientos entre los campesinos afines a Morales y funcionarios de la Prefectura (Gobernación), que entonces estaba liderada por la oposición.
Morales remarcó hoy que quienes investigaron los sucedido en la localidad pandina de Porvenir establecieron que hace un año "hubo una masacre contra el movimiento campesino indígena".
En un acto público en memoria de las víctimas, indicó que comparte "el dolor" por las vidas perdidas hace un año y reclamó justicia, si bien anunció que la próxima Asamblea Legislativa Plurinacional debe cambiar normas para que ésta sea más efectiva.
El gobernante destacó que los indígenas siempre han padecido estas masacres por parte de grupos de terratenientes y oligarquías e incluso en Latinoamérica ha habido, dijo, "políticas de exterminio impuestas desde los distintos imperios".
También recordó que hace un año tuvo que decretar el estado de sitio en Pando "para defender la vida" y devolver la normalidad a la convulsa región, cuyo gobernador opositor Leopoldo Fernández fue detenido días después de los hechos violentos acusado de planificar la matanza.
Hasta hoy, las diversas investigaciones realizadas sobre la masacre difieren sobre el número de víctimas que resultó de aquel choque, si bien la Cámara de Diputados estableció en marzo de este año que las víctimas comprobadas fueron trece.
Según esa investigación, nueve de los fallecidos eran campesinos y otros dos eran empleados de la Prefectura de Pando, mientras que un pastor evangélico y un soldado fallecieron durante operativos militares posteriores en el aeropuerto principal pandino.
Los medios citan hoy cifras que oscilan entre 13 y 19 muertos y recuerdan informes como el de la misión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que llegó a decir que había 20 campesinos muertos, si bien luego varios de ellos aparecieron con vida.
El ex prefecto de Pando Leopoldo Fernández está recluido desde hace un año en un penal de La Paz, a la espera de juicio por su presunta responsabilidad penal en la masacre.
Fernández, que se ha declarado víctima de una persecución por parte del Gobierno de Morales, sorprendió la semana pasada con su postulación a la Vicepresidencia de Bolivia como compañero de fórmula del también ex prefecto Manfred Reyes Villa, en la alianza conservadora Plan Progreso.
La irrupción de Fernández en la carrera electoral provocó que otros candidatos opositores retiraran sus postulaciones para no dispersar el voto contra Evo Morales, que buscará la reelección para el período 2010-2014 en los comicios generales del próximo 6 de diciembre.
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