Madrid.- El presidente del PP, Mariano Rajoy, se ha mostrado hoy partidario de prohibir la prostitución en las calles de las ciudades españoles a través de ordenanzas municipales.
Rajoy, en declaraciones a Cuatro, ha defendido que sean los ayuntamientos los que dicten esta prohibición a través de normativas como las ya decretadas en muchos municipios españoles.
"Prohibiría que estas cosas se hicieran en la calle. Ordenanzas municipales que se ejecutarían por los procedimientos habituales y por la autoridad competente, eso es lo que yo haría", ha dicho Rajoy, quien ha matizado que esto no representaría tipificar la prostitución como delito.
Según Rajoy, "hay muchos ayuntamientos de España donde hay ordenanzas en ese sentido", aunque ha añadido: "Otra cosa es que luego se cumplan o no se cumplan".
El líder del PP se ha referido a este asunto al hilo de las fotografías publicadas la semana pasada por el diario El País en las que aparecían prostitutas practicando sexo con sus clientes en pleno centro del barrio barcelonés del Raval.
Para frenar el fenómeno de la prostitución, Rajoy ha abogado por actuar con más firmeza contra las mafias que la fomentan y ayudar a las mujeres que se ven obligadas a ejercerla para poder sobrevivir.
También se ha mostrado a favor de "educar en principios y valores" para hacer ver a la gente los aspectos negativos que entraña la prostitución.
"Ojalá que el país vaya mejorando en todos los aspectos y también en ése", ha respondido al ser preguntado por su opinión sobre quiénes pagan a mujeres para practicar sexo.
Rajoy ha propuesto extender este debate de valores y principios para evitar que se reproduzcan episodios como el asesinato de la sevillana Marta del Castillo o los disturbios ocurridos en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
En relación con lo ocurrido en Pozuelo, Rajoy ha subrayado que el sistema educativo puede ayudar a corregir estos comportamientos, aunque ha puesto también el acento en la responsabilidad de los padres.
Ha eludido pronunciarse sobre la decisión del juez encargado del caso de que los jóvenes no acudan durante tres meses a fiestas a partir de las 22.00 horas.
"El juez ha dicho que eso es una sanción. Yo no voy a entrar. Pero hay dos cosas: uno la sanción y otra la prevención, y ahí, todos tenemos que hacer un esfuerzo", ha distinguido.
Rajoy ha apelado al "civismo, el sentido común y sensatez" para corregir estos comportamientos.
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