Bariloche (Argentina).- La agenda de reuniones bilaterales acordada por los presidentes de Suramérica de forma paralela a la Cumbre de la Unasur estuvo signada hoy por el hermetismo y la suspensión de varios encuentros anunciados por las demoras registradas durante la cita regional.
Los mandatarios buscaban aprovechar la cumbre que se desarrolló hoy en Argentina para avanzar en la solución de asuntos bilaterales, pero la falta de tiempo impidió algunas de las reuniones.
La Cumbre de la Unión de la Naciones Suramericanas (Unasur) celebrada en la ciudad sureña de Bariloche se extendió durante siete horas, cuatro más de lo previsto, por el debate que mereció el acuerdo negociado entre Colombia y EE.UU. para que militares estadounidenses usen bases colombianas.
Quien sí le ganó al tiempo fue el gobernante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien logró concretar su cita prevista con su colega venezolano, Hugo Chávez, antes del inicio del cónclave de Unasur para "coordinar posiciones".
"La reunión fue para conocer la posición de cada país, coordinar posiciones y así tener una mayor convergencia", dijeron a Efe fuentes de la diplomacia brasileña sin brindar detalles sobre el contenido del encuentro.
Fuentes oficiales habían anticipado, sin embargo, que Lula pediría a su homólogo venezolano que rebajara el tono de sus acusaciones contra el colombiano Álvaro Uribe y reconociera la importancia de mantener el proceso de integración regional.
De hecho, Chávez cuestionó hoy con dureza el acuerdo militar, pero evitó referirse a los "vientos de guerra" que soplan en la región por el trato entre Bogotá y Washington, tal como lo había manifestado en la cumbre que los jefes de Estado de la Unasur celebraron el 10 de agosto en Quito sin la presencia de Uribe.
Lula, que ayer telefoneó a su par venezolano, desayunó con Chávez en el hotel Llao-Llao, a unos 30 kilómetros de Bariloche, el lujoso establecimiento donde los presidentes también compartieron la cumbre.
Los mandatarios de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Michelle Bachelet, también se vieron las caras antes del inicio de la cumbre en una reunión marcada por el "hermetismo", luego de la polémica desatada con Perú por los coletazos de una vieja guerra de fines del siglo XIX.
En una entrevista publicada el pasado domingo, el jefe de Estado peruano, Alan García, expresó su preocupación en torno a un supuesto "acuerdo bajo la mesa" entre Chile y Bolivia sobre las aspiraciones bolivianas de tener salida al mar.
"El presidente Morales no ha informado sobre la reunión. No hay nada", se limitó a señalar a Efe una fuente gubernamental de Bolivia.
La portavoz del Gobierno chileno, Carolina Tohá, reiteró, por su parte, que las negociaciones con Bolivia deben permanecer en el ámbito bilateral, tras las propuestas de Perú y Ecuador de analizarlas en el seno de la Unasur.
"Nuestra postura, que comparte Bolivia, es que esto es un tema que se está trabajando bilateralmente, que de esa forma debe seguir siendo tratado", manifestó hoy escuetamente la portavoz en Santiago de Chile.
La guerra del Pacífico, que a fines del siglo XIX enfrentó a Chile con Bolivia y Perú, y en la que los chilenos resultaron vencedores, lo que les permitió incrementar su territorio a costa de los derrotados, sigue siendo motivo de discordia.
Perú, incluso, tiene en el tribunal de La Haya una demanda contra Chile por no estar de acuerdo con los actuales límites marítimos.
La demora impidió que la mandataria de Argentina, Cristina Fernández, anfitriona de la cumbre, y su par de Paraguay, Fernando Lugo, se reunieran para dialogar sobre las obras de terminación de la hidroeléctrica binacional Yacyretá, dijeron a Efe fuentes oficiales.
Otro de los encuentros frustrados fue el que iban a mantener antes del inicio de la cumbre Morales, Chávez y su par de Ecuador, Rafael Correa, los más críticos del acuerdo entre Colombia y EE.UU.
Pero los asuntos que Correa, presidente pro-témpore de la Unasur, debió atender esta mañana con los ministros de su país impidieron concretar la reunión.
"Evo Morales pasó varias veces por la puerta de la habitación de Correa, pero estaba ocupado con temas de su país", relató a Efe una fuente oficial.
Los retrasos frustraron también la cita entre Lugo y Chávez para hablar sobre los mecanismos de refinanciación de una deuda de poco más de 300 millones de dólares de la petrolera estatal paraguaya Petropar con la venezolana PDVSA.
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