Los ricos españoles regresan de sus vacaciones con un bonito color y una enorme sonrisa. No es sólo que pasar un mes relajados en sus mansiones, 'chaletes' o yates les haya ayudado a desconectar; la Bolsa también les ha dado más de una alegría. En agosto sus inversiones han recuperado fuelle, dejando atrás el abismo al que se asomaban sin remedio desde que estalló la crisis. Y Zapatero les ha dado a entender que sus finanzas no se verán afectadas por la subida de impuestos. ¿Tienen motivos para estar contentos?
La crisis ha hecho mella en los bolsillos de Amancio Ortega, pero sigue siendo la mayor fortuna de España, y uno de los hombres más acaudalados del mundo. La revista Forbes cifra su fortuna en 18.300 millones de dólares (más de 13.000 millones de euros), casi 2.000 millones menos que hace un año. Eso sí, como los multimillonarios del mundo son hoy menos que en 2008, el presidente y fundador del grupo Inditex —propietario de Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti y Bershka— escala del puesto 22 del ranking mundial al top ten, recuperando el estatus perdido, pero no los millones.
De momento, sus sicav (firmas que tributan sólo por el 1% de su beneficio) —Keblar, Alazán y Gramela—, que en otro tiempo llegaron a acumular más de 1.200 millones, en 2008 sumaban 777 millones, según la CNMV. Y los títulos de Inditex, de la que Ortega posee el 59%, valían a finales de 2007 unos 42 euros, pero en diciembre de 2008 costaban 11 euros menos. En lo que va de año, el mínimo por título ha estado cerca de los 24 euros, aunque a cierre de agosto de 2009 una acción de este grupo textil ronda los 38 euros. ¿Los accionistas pueden respirar tranquilos? Los analistas afirman que habrá que ver cómo termina el año.
Pero los dominios de este empresario gallego van más allá del mundo de la moda. Gran parte del dinero que obtuvo en 2001 con la salida a Bolsa de Zara, y de los beneficios obtenidos por sus distintas firmas de ropa, ha ido a parar al ladrillo y la banca. Su patrimonio inmobiliario se concentra en la sociedad Ponte Gadea, que cifra sus activos en 2.585 millones. Ortega también se ha apuntado al negocio del viento. A través de la sociedad madrileña Capital Energy, espera optar al 'jugoso' mercado de las energías renovables.
Otro que también se ha apuntado a la moda de las energías limpias es Manuel Jove, la segunda fortuna gallega tras Ortega. A mediados de los 90 dio con la clave del éxito: creó Fadesa, la mayor inmobiliaria de Galicia y un referente en España, hasta su caída en desgracia hace un año. Aunque para entonces Jove ya no tenía nada que ver con ella. ¿Premonición, conocimiento del sector, o simplemente suerte?
Sea como fuere, este empresario coruñés abandonó el negocio del ladrillo por la puerta grande antes de que la burbuja se desinflara. Sólo con la venta de Fadesa —en marzo de 2006— se embolsó unos 2.200 millones, y siete meses después volvía a ingresar en su cuenta 550 millones tras deshacerse del 5% que poseía en Fenosa, amén de los 266 que había ganado cuando Fadesa salió a Bolsa dos años antes. En total, Jove cerraba 2006 con algo más de 3.000 millones en la cartera. Los primeros 30 los repartió entre los trabajadores de su ex empresa. Y el resto lo mueve a través de la sociedad patrimonial Inveravante.
Con ella se ha convertido en accionista mayoritario de la petrolera Vetra Petrotesting, y de la firma de moda textil Caramelo, declarada insolvente hace menos de un mes. Además, es el accionista de referencia del BBVA, con un 5,01%, una inversión que últimamente le ha salido 'rana'. El valor ha perdido en Bolsa unos 16.000 millones, pasando de los casi 63.000 millones que valía la entidad que preside Francisco González en 2007 —cuando Jove entró en el accionariado—, a los cerca de 47.000 que marca actualmente. Eso sí, el gallego se ha llevado 48,70 millones en dividendos este año.
Completan sus inversiones la cadena de comida rápida asiática Take a wok; la empresa de electrónica de consumo Blu:sens; y la compañía catalana de seguridad Barcel Euro Gestión. Además, se ha sumergido en una de sus grandes pasiones: el vino, adquiriendo nueve bodegas con distintas denominaciones de origen; los aceites (plantación intensiva de 2.000 hectáreas de olivos en la región marroquí de Kelaa); y los quesos (Quesería 1605), sin dejar de lado el ladrillo, porque sigue teniendo inversiones inmobiliarias.
Su capital, que según Forbes se mantuvo estable entre 2007 y 2008 en los 3.500 millones de dólares (2.449 millones de euros), ha quedado reducido a la mitad este año.
También son hoy menos ricas que hace dos años las hermanas Koplowitz. La fortuna de Alicia (la rubia), que gestiona a través del holding Omega Capital, ha pasado de los 5.200 millones de dólares (más de 3.630 millones de euros) que le calculaba Forbes en 2008, a los 2.100 actuales. Y eso que, desde que la crisis se hizo patente, esta "estratega de las finanzas" —como se la conoce en el 'mundillo'— ha deshecho posiciones en Banco Sabadell, y la inmobiliaria Colonial.
No obstante, la empresaria se vio involucrada en la estafa de Madoff, lo que le hizo perder millones, y dar la espalda a los fondos de inversión.
Más aún ha perdido Esther, debido a su exposición al ladrillo. Y es que, con un 54%, la marquesa de Cubas es la principal accionista del grupo constructor y de servicios FCC que, pese a la remontada de la Bolsa registrada en agosto, vale hoy la mitad que en 2007 (ha pasado de valer 6.711 millones de euros, a lo 3.596 actuales) . Los títulos de la compañía cierran agosto en 28,50 euros, frente a los 51,40 de 2007. Su patrimonio se ha devaluado en 3.900 millones de dólares (2.729 millones de euros) en tres años —prácticamente la misma cantidad en que Forbes calculaba su riqueza en 2008—, hasta alcanzar los 1.700 millones de dólares (1.189,50 millones de euros).
Eso sí, ambas siguen estando entre las 22 mujeres más ricas de Europa, según esta misma publicación.
Mejor les va a sus respectivos ex maridos: Alberto Cortina y Alberto Alcocer. Ambos empresarios sólo han reducido su patrimonio en 100 millones de dólares (70 millones de euros) en el último año, según Forbes, pasando de los 1.200 millones que adjudicaba a cada uno de ellos esta publicación en 2008, a los 1.100 actuales.
Su participación en ACS tampoco se ha visto muy dañada por el batacazo inmobiliario. Su 14% en la compañía que preside Florentino Pérez vale, hoy por hoy, 1.586 millones de euros, unos 200 millones menos que en 2007, pero 100 millones más que hace un año. Su 21% en la papelera Ence no les ha dado tantas alegrías. Si hubiesen vendido sus acciones el pasado 31 de agosto habrían obtenido por ellas 99,20 millones a precio de mercado, lejos de lo que valía su participación a finales de 2007, cuando rondaba los 267 millones. Además, se han quedado sin dividendos. Quizá el cobro de los 50 millones de euros por el caso Urbanor pueda compensarles.
También puede lucir una enorme sonrisa Florentino Pérez, cabeza visible del grupo ACS, pero más conocido por presidir el Real Madrid. Hay quien dice que el 'club merengue' le necesitaba, pero también es cierto que el blanco que visten 'los galácticos' le sienta muy bien a las cuentas personales de Florentino Pérez. Nadie discute sus cualidades como empresario —dirige la segunda constructora del mundo desde 1997—, pero lo cierto es que a su imagen como presidente de ACS no le viene nada mal ser conocido por dirigir un equipo de fútbol con fama mundial.
Su fortuna personal se calcula en 1.800 millones de dólares (unos 1.254 millones de euros). Y podría haberse embolsado 20 millones más el pasado mayo, si hubiese querido 'tirar' de stock options. Además, este año ha conseguido una rentabilidad del 8% por cada una de sus acciones en el grupo constructor sólo en forma de dividendos. Y eso que es el tercer accionista de la compañía, con un 11,5%. Eso significa que su paquete accionarial vale a día de hoy cerca de 1.303 millones de euros.
El fundador y presidente de Mango, Isak Andic, es otro de los que puede presumir de que, pese a la tormenta de los mercados y la recesión económica, su fortuna ha sorteado la crisis. A finales del ejercicio pasado, contaba con un patrimonio conjunto de 517,51 millones de euros, repartido en nueve sicav, un 9% más que al cierre de 2007. Quizá por esta razón haya vuelto a entrar en la lista de Forbes, de la que desapareció hace un año; eso sí, con algo más de 1.100 millones de dólares (unos 770 millones de euros) menos de patrimonio. Y para evitar que la situación empeore y los ingresos bajen, acaba de apuntar a sus tiendas a la moda low cost.
¿Han perdido o han dejado de ganar? Los puristas dirían que más bien es lo segundo, porque mientras no vendan, ni ganan ni pierden. Es decir, que sus fortunas engordan o adelgazan en el papel, hasta que no deciden recuperar sus inversiones y, entonces, tampoco tendrán que pagar más de un 1% por los beneficios recogidos. Siempre hubo clases...
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